domingo, 25 de septiembre de 2016

Escort contra Romeo (capitulo 5)

Autor: Saiikeiilove
Pareja: Koyashige
Genero: Romance/lemon
Resumen: Kato Shigeaki es un chico normal cuyo deseo es el de enamorarse, pero una noche mientras intenta seducir a una mujer, aparece en su camino un misterioso chico bajo el seudónimo de "Romeo" que truncará todos sus planes..



-Chicos enseguida estoy listo.- gritó Massu desde el vestuario donde estaba acabando de asearse después del trabajo.

-¡Date prisa! demonios... es muy lento, necesita mucho tiempo para arreglarse.- refunfuñó Tegoshi mientras se sentaba en el sillón de la sala cruzándose de brazos, yo solo sonreí algo ausente.  -oye Shige... ha sido una suerte que no hayas tenido que pagar esa copa... se te hubiera ido casi medio sueldo en eso...- cierto... alguien la había pagado por mi al parecer, y creía saber quien lo había hecho.

-Uhm.. ha sido una suerte...- suspiré desviando la mirada y no dije nada más. 

-Ya estoy, ¿ves como no iba a tardar?- 

-¡Vaya Massu! eso si que ha sido tiempo récord.- Tegoshi comenzó a aplaudir,  y cuando me di cuenta, ambos estaban frente a mi llamándome. -Shige~~ ¿qué pasa? estas distraído, llevas todo el día así.- me sobresalté por sus palabras y traté de reaccionar rápidamente.

-No es nada, solo cansancio.- sonreí tratando de verme bien; habíamos quedado para salir esa noche después del trabajo, así que no vería a Romeo, no acudiría a su "cita"; así tenia que ser, era lo mejor.

-Pues entonces vamos, es hora de que olvides a esa mujer.- Tegoshi me tomó de la mano haciendo que me levantara, solo asentí, aunque no era a ella a quien tenia que olvidar.. 

Llegamos al lugar donde habíamos decidido ir a cenar; un lugar que frecuentábamos cuando salíamos los 3 juntos después del turno de tarde en el trabajo. Pedí lo de siempre, pero no tenia apetito ¡No podía dejar de pensar en Romeo! ¿él estaría esperándome? quizás no... quizás ya tenia a alguien más que le acompañara esa noche. 


*************************** 


Su mirada se clavaba en las luces de la ciudad, su cabello castaño se mecía por la suave brisa de aquella noche de primavera.. una copa de vino entre sus finos y largos dedos, un sorbo.. y un suspiro profundo que exhalaron esos deliciosos labios... él estaba esperándome.


****************************  


Las horas pasaron, conseguí olvidarme un momento de él.. comer y beber un poco, pero al ver la hora sentí que algo se revolvía en mi pecho.  Era más de media noche, y al final no había acudido a su habitación. 

¿Por qué demonios tenia que sentirme así por él? no le conocía de nada.. ¿solo por unos besos robados ya me había enamorado de él? ¿de un hombre? ¡imposible! ¡tenia que haber un error! ¡mi mente me estaba jugando una mala pasada! pero.. ¿y mi cuerpo? había reaccionado ante él, ante sus besos.. odiaba reconocerlo, pero así era.

-¡Vamos al karaoke! ¡quiero cantar!- gritó Tegoshi emocionado y un poco borracho... le encantaba cantar, y lo hacia realmente bien.. ¡en realidad también Massu lo hacia bien! ¿y yo? ¿que hacia bien yo?

-¡Vayamos!- Massu le animó, y yo solo les seguí esbozando una sonrisa algo forzada... pero nada más llegar a la puerta del karaoke, me detuve. -¿que pasa Shige?- me quedé pensativo ante la pregunta de Massu, y aunque quise olvidarme, no pude hacerlo.

-Yo.. lo siento pero.. ¡tengo algo que hacer!- me disculpé con ambos haciendo una reverencia y salí corriendo sin dar más explicaciones.

-¡¡Shige!! ¡donde vas!- oí gritar a Tegoshi, ¡pero necesitaba verlo! -¡eres un mal amigo!-

-Vamos, vamos Tegoshi, yo cantaré contigo.- 

-¿En serio?-

-Sii~-

-¡Vamos!- 


*************************** 


Corrí todo lo que pude, no estábamos muy lejos del hotel después de todo... pero ya era más de media noche ¿con que cara iba a presentarme allí? ¿en su habitación? quizás él ya no querría verme.. pero no había podido dejar de darle vueltas a todo; a su propuesta, a esos besos.. y lo que había sentido hacia solo unas horas a solas con él en la biblioteca... deseaba más de él; aclarar mis sentimientos, conocerle... ser su escolta. 

Me detuve frente a la puerta de su habitación respirando agitad amente, me faltaba el aire. Habia entrado al hotel por la puerta de servicio diciendo que me habia olvidado algo importante.. de ese modo pude escabullirme hasta la planta numero 8, hasta la habitación 527...  y allí estaba. Sentía que el corazón se me iba a romper de tanto latir..pero quise armarme de valor y toqué a su puerta.

-No.. no.. no... esto no está bien...- me repetía a mi mismo, pero mi deseo por verle era más fuerte que mi propia conciencia. 

Después de llamar varias veces algo desesperado, la puerta se abrió, y ahí estaba Romeo.. mirándome sorprendido, como si realmente no creyera que yo estaba allí. 

-Shige... has.. venido..- le miré y asentí. -te he estado esperando pero.. ya pensaba que no.. lo harías..- 

-No quería hacerlo... pero...- me mordí los labios, ¡no podía decirle nada! ¡no estaba seguro de nada!

-¿Pero?- negué con la cabeza, y antes de que pudiera decir algo más, fui yo quien le besó...

Sentí mis mejillas arder... pero solo pude cerrar los ojos fuertemente, y buscar sus labios; buscar esos besos que él ya me había dado, olvidándome por un momento de lo que estaba bien o no.

Tiró de mi haciéndome entrar, oí la puerta cerrarse tras de mi, y como él respondía a mi beso de una forma dulce y salvaje al mismo tiempo; atrapándome una vez más en esa espiral de deseo. 

-Seré tu escolta...- susurré entre sus labios, suspirando, buscándolos de nuevo.

-Eso.. si que no lo esperaba...- sonrió, y yo rodeé su cuello con mis brazos mientras él me tomaba de la cintura.

¡Podía jurar que estaba muerto de la vergüenza! pero ese deseo comenzaba a ser más fuerte, más profundo a medida que le besaba... o mejor dicho; a medida que él se apoderaba del control de mis besos. Supe que él estaba "ganando" esa batalla cuando entre besos me llevó a la cama haciéndome quedar bajo su cuerpo. 

Le miré sintiéndome nervioso, mis dedos temblorosos se enredaban en su cabello sin saber que hacer.. nunca antes me habían "dominado" de esa manera. Así que cuando quise darme cuenta, sus manos habían desabotonado mi camisa y sus dedos ahora acariciaban mi pecho haciéndome sentir su calidez y firmeza; así como me hicieron sentir demasiado asustado.

-No... no puedo hacer esto...- susurré a duras penas entre sus labios, pero sus manos ya iban por mi pantalón, abriéndolo. 

-Entonces.. detenme, me detendré si me lo pides....- quise hacerlo, ¡juro que quise hacerlo! pero no pude detenerle al oír su voz susurrándome. 

Deslicé mis manos por su espalda, aferrándome a su camiseta.. y esta vez fui yo quien buscó su cuello besándolo con ansias, con deseo, sintiendo su aroma... mientras sus manos acariciaban  mi cuerpo esta vez deshaciéndose de mi ropa interior, haciéndome suspirar.

Abrí los ojos cuando se incorporó desnudándose ante mi; su cuerpo era delgado pero bien formado... su pecho, sus hombros, sus brazos.. miré un poco más abajo cuando comenzó a bajar su pantalón dejándome ver más allá de su abdomen. Entonces me atreví a deslizar mis dedos por su piel.. subiendo desde su bajo vientre hasta sus labios donde él tomó mi mano para besar la punta de mis dedos. 

-¿Quien... eres realmente... Romeo?- le pregunté sin dejar de mirarle a los ojos, pero solo me sonrió levemente. 

-No quiero que lo sepas.- susurró yendo a mi oído, y  no pude decir nada más al sentir su cuerpo completamente desnudo entre mis piernas. 

¿Por qué no quería decirme quien era? ¿su verdadero nombre? eso me inquietaba.. no parecía ser simplemente por ser más misterioso, entonces, ¿por qué? acaso.. ¿solo era un juego? ¿solo estaba jugando conmigo? me entregué a sus besos sin querer pensarlo más; negándome aquello mentalmente. Después de todo, estaba a punto de hacer el amor con él. 

Sus besos recorrían mis labios una y otra vez, sus manos acariciaban todo mi cuerpo haciéndome temblar. El miedo que sentía se había esfumado, y por un momento no quise saber quien era realmente. ¿Qué importaba? solo quería estar con él, sentirle como lo estaba haciendo. 

-Aaaah~~- gemí ahogadamente aferrándome a las sabanas cuando sus labios bajaron más allá de mi vientre haciéndome temblar.

Sentía sus manos sobre mi cuerpo acariciándome de una forma totalmente cuidadosa, contrastando con sus besos que a momentos se volvían salvajes y apasionados. De ese modo comencé a sentir sus dedos humedecidos entre mis piernas haciendo que me retorciera de placer... y su boca nuevamente buscó la mía.

-Deseaba.. que vinieras esta noche..- le miré respirando agitadamente ¿por qué tenia que hablar en ese momento?- gracias Shige...- fui a responderle de una forma un tanto molesta, pero justo entonces, sentí que ya no eran sus dedos los que buscaban abrirse camino en mi cuerpo...   

Me encogí y reprimí un quejido. Después de todo, jamas había estado con un hombre; él era mi primera vez.. pero podía jurar que estaba sintiendo su cuerpo arder dentro de mi, anulando de inmediato ese dolor inicial. 

Abrí lentamente los ojos cuando él apartó mi cabello de mi frente sudorosa...   le miré, ¡sentía vergüenza realmente! pero su forma de hacerme el amor me enamoraba más de él; me invitaba a desearle de una forma que no podía explicar. 

Acomodé mis piernas alrededor de sus caderas dejándome llevar por sus embestidas, sus manos me acariciaban, nuestros besos seguían entrecortados por la respiración... era difícil besarnos de esa manera, pero no importaba, en ese momento me daba igual si alguien nos oía.

Calor... sentía demasiada calor... mi cuerpo estaba empapado en sudor,  y él se encontraba del mismo modo.  Le miré... sus ojos estaban vidriosos, sus labios entreabiertos... bajó el ritmo, casi deteniéndose, y yo solo pude negar con la cabeza.

-No... no te detengas...- le abracé con fuerza; sus dedos sobre mi erección me estaban haciendo llegar al limite de mi placer, y aquella sensación de tenerle dentro de mi, simplemente no podía describirla.  

Sonrió... besó de nuevo mis labios y volvió a tomar un ritmo más elevado. Cuando me di cuenta, nuestros gemidos se oían en toda la habitación, pero no quise contenerme, no con él. Se escondió en mi cuello, podía oír su respiración jadeante... entonces sentí todo mi cuerpo temblar, y no solo por la sensación de derramarme entre sus dedos.. si no por sentir por primera vez su calor dentro de mi cuando él se enterró por completo en mi cuerpo. 

Cerré fuerte los ojos y él acabó por detenerse. Sentía su cuerpo temblar al igual que el mio.. mis dedos seguían clavados en su espalda, y cuando sentí que él se relajaba sobre mi soltando un profundo suspiro, entonces entreabrí los ojos y mi cuerpo igualmente se relajó. 

Nuestras miradas se encontraron; sus mejillas estaban rojas, sus labios hinchados por los besos.. aquella expresión en su rostro me hizo estremecer. El Romeo seductor y atrevido que había conocido hasta ese momento pareció volverse un ser vulnerable. 

-No vayas.. a huir de mi ahora..- me susurró, pude ver cierto miedo en sus ojos.. y solo negué con la cabeza alzando mi mano hasta acariciar su mejilla. 

-No lo haré..- besó la palma de mi mano y yo solo cerré los ojos sintiéndome tranquilo, teniéndole aun dentro de mi... después de todo, tenia que reconocer a mi mismo que no quería que esa noche acabase jamas.  






CONTINUARA...



Hola chicas! por fin llegamos al tan ansiado lemon!  *aplaude* al menos tan ansiado por mi ^^u tenia muchas ganas de escribir esta escena! pero también me la he tomado como una responsabilidad muy grande! >-< hacia mucho que no escribía lemon! asi que espero que todo el esfuerzo que le he puesto en especial a este capitulo (porque me ha costado la misma vida escribirlo) haya llegado a vosotras al leerlo ^^ 

Bueno, ya tenemos a Shige enamoradito de nuestro Romeo! y ahora que? aun queda muchas cosas por ver en este fic ^^ asi que espero que lo sigáis leyendo! el próximo capitulo será algo mas fluido, sobre todo porque tengo buena parte de él escrito.. pero hasta el domingo que viene no podre seguirlo.. asi es, de domingo a domingo.. y gracias a que estoy super enganchada escribiendo este fic y que yo misma quiero ver que pasa con Shige y "Romeo", que estoy actualizando cada fin de semana ^^ espero seguir así.. gracias como siempre, y de verdad espero vuestros comentarios! estoy nerviosa por este capitulo! >///< 



domingo, 18 de septiembre de 2016

Escort contra Romeo (capitulo4)

Autor: Saiikeiilove
Pareja: Koyashige
Genero: Romance/lemon
Resumen: Kato Shigeaki es un chico normal cuyo deseo es el de enamorarse, pero una noche mientras intenta seducir a una mujer, aparece en su camino un misterioso chico bajo el seudónimo de "Romeo" que truncará todos sus planes..




No podía creer que estuviera allí; a la misma hora, en el mismo lugar.. y sin que él me hubiera llamado de nuevo. 

Habia acabado mi turno por ese dia, pero en vez de marcharme a casa allí estaba; frente a la puerta de la habitación de Romeo, aun vestido con el uniforme, "fuera de servicio", pero acudiendo a su invitación. 

Tomé aire profundamente antes de llamar a la puerta, y nada más hacerlo me llamé idiota a mi mismo por dejarme "seducir" por él. 

-Nadie te ha obligado Shigeaki... tenias la opción de no venir...- me dije a mi mismo, pero entonces la puerta se abrió encontrándome con la mirada de Romeo.

-Shige... has venido...- él parecía sorprendido, demasiado sorprendido podría decirse; como si realmente no me esperase.

-Si... pero solo... por lo que me prometiste si aceptaba.- le dije con firmeza, quería dejarle eso bien en claro; solo estaba allí por ella.

Me sonrió suavemente y me invitó a pasar. La rosa seguía en el jarrón, comenzaba a abrirse.. tontamente sonreí un poco por eso. 

-¿Ocurre algo?- me susurró haciendo que me sobresaltara al sentir su respiración tan cerca de mi oído.

-Antes que nada... ¡tengo que advertirte una cosa! solo hablaremos, no pienso hacer cosas X con un hombre, y menos con un cliente del hotel.- le advertí rápidamente, pero él soltó una risita que me molestó.

-¿No con hombres? pero si con señoras...- me sorprendí cuando dijo aquello.. ¿él lo sabia? por un momento sentí algo de vergüenza. 

-Eso.. no es del todo cierto..-

-¿No lo es? entonces.. ¿por qué "asaltas" a clientas en los jardines del hotel?- rió un poco con su pregunta, y yo me sobresalté. -si tus superiores se enteran de eso.. estarías en un lío.. ¿no crees?- le miré sorprendido; intentaba chantajearme ¿o que?

-Yo solo...- me mordí el labio inferior, no sabia como salir de esa.. sobre todo porque con esa mujer era diferente, ella me gustaba.  

-Bueno.. te ayudaré a conquistar a esa mujer, es por lo que estas aquí, ¿no?- su mirada se perdió a través de la cristalera, en ese momento me pareció una mirada de alguien realmente solitario. 

-Uhm.. asi es.- no podía bajar la guardia ante él, después de todo era un trato. -pero.. ¿como vas a hacerlo?- le pregunté cayendo en ese momento en que podía tratarse de una estrategia para conseguirme como su escolta. 

-Tu no te preocupes por eso, solo .. déjame ayudarte.- de nuevo mantenía esa mirada.. seria, algo triste... aquello me inquietó, y me hizo sentir curiosidad.. pero entonces, vi su brazo.

Caminé hacia él decidido, tomé su muñeca y miré detenidamente esos arañazos que se había hecho por su propia culpa.. él me miró sorprendido.

-¿Aun no te has curado eso? ¡esta infectado! ¡te lo dije ayer!- le regañé como si se tratara de un crío ¿es que ese hombre no sabia cuidarse solo?

-No tiene importancia.- le miré.. ¡él realmente no le estaba dando importancia! así que le solté, fui al baño sin siquiera pedir premiso, y busqué allí..

Sabia perfectamente donde estaba el botiquín, asi que lo abrí directamente sacando todo lo necesario para curarle mientras él me observaba desde la puerta del baño.

-Aqui tienes, ya puedes curarte.- 

-¿Eh? ¡pensé que lo ibas a hacer tu!- sentí un escalofrío al oír sus palabras.

-¿Por qué has pensado eso?-

-Porque.. ¿has aceptado ser mi escolta?- sonrió triunfante.. ¡maldito Romeo! ¡me había ganado!

No dije nada, solo refunfuñé y me acerqué a él sin mirarle, sintiendo como mis mejillas ardían de la vergüenza. ¿Por qué tenia que curar a otro hombre? eché un buen chorro de agua oxigenada sobre la herida y él se quejó, asi que le miré con una sonrisa.

-Que poco aguante tienes.- reí un poquito, sobre todo el ver una expresión demasiado infantil en su cara. 

-Duele..- se quejó de nuevo.

Guardé silencio y curé la herida cubriéndola un poco con una gasa finalmente. Ninguno había dicho una sola palabra.. podía oir su respiración suave, sentir su aroma asi de cerca.. y una extraña necesidad por acompañarle esa noche. 

-Ya está, he acabado.-  solté lentamente su brazo y fui a guardar el botiquín; no quise mirarle a los ojos en ese momento.

-Gracias..- le oí susurrar.. y cuando por fin me atreví a mirarle, nuestras miradas se cruzaron.

Salí del baño caminando despacio.. ¿y ahora qué? ¿qué se suponía que él esperaba de mi? me sonrió y caminó hasta el sofá junto a la cristalera... sirvió un par de copas de vino y se acercó de nuevo a mi con ambas.

-Gracias pero.. no puedo..-

-No estas de servicio ¿no? asi que puedes beber.- acepté la copa.. pero si no estaba de servicio, ¿que se suponía que hacia alli con él? -mientras seas mi escolta, no estas trabajando para este hotel.- me quedé helado, o más bien sentí calor, cuando sus dedos desabotonaron el primer botón de mi uniforme. -puedes venir con tu ropa de calle cuando vengas a verme.- quitó un segundo boton, y en ese momento tomé su mano deteniendole.

-Entiendo...- me aparté de él, tomé un largo trago de ese vino intentando tranquilizarme, y cuando me quise dar cuenta, nos habíamos bebido una botella entera de ese delicioso vino.

**************************** 

No dejaba de mirarme.. tenia la sensación de que él había bebido tan solo un par de copas mientras que yo había bebido el resto. ¡No era tan fácil para mi emborracharme! pero esa noche estaba siendo diferente... 

-¡Así es! ¡quiero escribir un libro! ¡una historia trágica! ¡mi sueño es ser escritor!- le confesé estando completamente borracho... algo que jamas había confesado a nadie seriamente. 

-¿Y por qué no lo haces? solo tienes que empezar.- 

-¿Eh? no.. no creo que sea bueno en eso.. en realidad, no soy bueno en nada.- bajé la mirada algo triste y bebí un poco más... ya estaba borracho ¿que más daba emborracharme un poco más?

-No creo que sea así, todos somos buenos en algo ¿no? solo tienes que intentarlo.- le miré cuando detuvo mi mano antes de servirme otra copa más. -has bebido bastante ya, Shige...- se acercó más a mi, acarició mi mejilla, y por un momento me mordí los labios deseando que me besara... pero no lo hizo. -deberías ir a casa, llamaré a un taxi.- fue a levantarse pero le detuve tomando su mano. 

-¡No! ¡no quiero ir a casa!- se sorprendió por mi respuesta, yo mismo me sorprendí. -no me espera nadie en casa...- 

-Aun así... es tarde.- negué de nuevo, y cuando quise darme cuenta, me había abrazado a él escondiéndome en su pecho, sintiendo de nuevo ese aroma.

-Me ha gustado... estar con Romeo esta noche...- murmuré antes de caer complementa dormido entre sus brazos. 

******************** 

A la mañana siguiente desperté con un terrible dolor de cabeza, en una cama que no era la mía; ¡era el triple de grande que la mía!  y entre unas sabanas que desprendían un aroma que me resultaba conocido...  en ese momento "Romeo" pasó por mi cabeza, y entonces lo recordé todo. Me incorporé de un salto.. y como me temía ¡estaba en su cama! 

-No.. no.. no... cálmate Shige..- me dije a mi mismo buscando mi ropa por el suelo, pero no la encontré... hasta que me di cuenta que la tenia puesta.

Respiré algo más tranquilo, así que solo me había dormido ¿no? o eso parecía.. al menos no estaba desnudo, aunque si bastante avergonzado... pero, ¿y Romeo? oí la ducha, vi su ropa perfectamente dejada de caer sobre el galán de noche, y a pesar de mi dolor de cabeza, me salí de la cama intentando marcharme de allí cuanto antes. 

¡Aquello había sido un enorme error! me había emborrachado como un idiota y le había contado parte de mi vida, y sobre todo le había dicho esas palabras;  "me ha gustado... estar con Romeo esta noche" ¿como le había podido decir algo así? ¿como había aceptado  esa idea de ser su escolta? ¿solo por una mujer? ¡no podía hacerlo! ¡no con Romeo! no sabia nada de él después de todo, y lo peor de eso, ¡es que comenzaba a querer saber todo sobre él! 

Me di prisa en arreglar un poco mi uniforme, mi cabello incluso... y quise salir cuanto antes de la habitación, ni siquiera sabia que hora era... esperaba no fichar tarde después de todo. 

-Lo siento pero... no puedo ser tu escolta.- dije en voz baja antes de salir de allí, sin darme cuenta, que Romeo me observaba desde el otro lado de la habitación... 

**************** 

Pasaron los días, no volví a ver a Romeo en ese tiempo. No había vuelto a acudir a su habitación, no había sucumbido a volver a ser su escolta... aquello me daba miedo.

Suspiré, y sin darme cuenta caí una de esas preciosas y caras copas talladas a mano rompiéndola. Mis compañeros me miraron, así que rápidamente me agaché a recogerla, disculpándome y maldiciéndome porque me la descontarían de mi sueldo. Pero lo que realmente me preocupaba, era que... le extrañaba. 

Seguí con mi trabajo ese día, ni siquiera sabia si él seguía en el hotel; conocía su numero de habitación, pero no podía mirar en el registro.. y él no había vuelto a solicitar mi servicio. ¿Significaba eso que se había marchado? ¿así? ¿sin despedirse? ¿sin buscarme y preguntarme por qué no había vuelto a acudir a su habitación?

-Estúpido Romeo...- murmuré para mi mismo apretando mis puños con rabia, pero justo entonces, sentí a alguien tomar mi mano haciéndome girar.

Por un momento pensé que se trataba de una broma de Tegoshi por intentar animarme como llevaba haciendo esos días.. pero me quedé completamente atónito al encontrarme con esa mirada haciendo mis mejillas arder.

-No digas nada.- me susurró al oído, y no pude reaccionar cuando tiró de mi metiéndonos en una de las muchas salas de aquella planta del hotel; justo en la biblioteca.

-¿Estas loco?- puso uno de sus dedos sobre mis labios haciéndome guardar silencio.. entonces oí como alguien pasaba junto a la puerta. 

-Casi nos pillan.- separó su dedo de mis labios y revolvió su cabello castaño dándome una suave sonrisa que pude ver perfectamente en la penumbra de la habitación. 

-¿Qué.. qué demonios haces? pensé que te habías marchado del hotel.- por un momento quise empujarle, decirle que era un idiota por darme ese susto, por no buscarme... pero el simple hecho de saber que él seguía allí me tranquilizó. 

-Y yo pensé que no querías volver a verme.- 

-Y no quiero...- esas palabras se ahogaron entre mis labios.. ¡realmente no quería haberlas dicho! si que deseaba verle de nuevo, y eso era lo que me asustaba.

-¿Que te he hecho para que me trates así?- acarició mi mejilla tan sutil, que tuve que cerrar los ojos con fuerza sintiéndome temblar.

Era increíble como ese hombre conseguía hacer estremecer todo mi cuerpo, como conseguía que mi corazón latiera acelerado con tan solo tenerle cerca... con sentir su aroma, con tener su mirada clavada en mi.. eso me ponía demasiado nervioso. 

-¡Déjame! ¡van a pillarnos!- aunque yo bien sabia que esa biblioteca no la pisaba nadie, intenté escaparme, pero él me abrazó consiguiendo que me quedase quieto por un momento.

-Entonces no hagas ruido.- susurró sobre mi cuello, y seguidamente, lo besó consiguiendo que mi piel se erizara.

Tuve que morderme los labios para no gemir... y cuando sentí sus dedos deslizarse a través de los botones de mi uniforme, me agarré fuerte a su espalda deseando que no se detuviera. 

Sus besos comenzaron a recorrer mi cuello, mi garganta... subiendo por mi barbilla hasta llegar a mis labios. Extrañamente no me resistí, y él debió notarlo ya que sonrió sobre mis labios. Cerré suavemente los ojos, dejándome llevar, sintiendo como su cálida lengua se abría paso descaradamente entre mis labios.. tan solo pude responder al beso, suspirando, escondidos en aquella habitación, dejándome llevar por él. 

-De..tente...- le pedí ahogando mi voz entre los besos; realmente no quería que se detuviera, pero lo hizo.

Le miré respirando agitadamente; mis manos temblaban sobre su espalda, y sus dedos acariciaron de nuevo mis mejillas sonrojadas. 

-Vuelve a ser mi escolta esta noche..- negué con la cabeza pero él se separó de mi así como sus dedos se separaron de mi mejilla. -te estaré esperando en mi habitación.- dijo aquello y salió de allí no sin darme una sonrisa.. en ese momento mis piernas flaquearon haciéndome caer al suelo.

-Qué demonios estoy haciendo?- me pregunté a mi mismo, pero ya lo sabia, acababa de enamorarme de Romeo. 





CONTINUARA...


Que ganas tenida de subir este capitulo!  lo medio escribí el fin de semana pasado, y hoy quería acabarlo y subirlo! y es que soy la primera que está deseando que esta relación se ponga calentita! pero va lento... solo porque tengo que hacer los capítulos cortos.. lo siento!!!

bueno, aquí está el capitulo 4, espero que os haya gustado.. hoy tenia muchísimas ganas de escribir Koyashige, asi que he adelantado algo del siguiente también.. pero de aqui a que vuelva a tener otro rato para escribir pasará una semana ^^u lo siento!! aun asi, he subido este demasiado pronto, asi que espero que lo hayais disfrutado!

Parece que Shige anda aclarándose un poco con respecto a Romeo.. o confundiéndose mas? según se mire.. el caso es que parece que se pone mas interesante.. Romeo es algo misterioso, Shige tendrá que descubrir que pasa con él ^^ y ahora volvemos a la pregunta del capitulo anterior.. volverán a verse?' Shige acudirá una vez más a ser su escolta??? hasta el siguiente capitulo! gracias por comentar siempre ^^


domingo, 11 de septiembre de 2016

Escort contra Romeo (capitulo 3)

Autor: Saiikeiilove
Pareja: Koyashige
Genero: Romance/lemon
Resumen: Kato Shigeaki es un chico normal cuyo deseo es el de enamorarse, pero una noche mientras intenta seducir a una mujer, aparece en su camino un misterioso chico bajo el seudónimo de "Romeo" que truncará todos sus planes..



Pasaron un par de días.. había podido descansar y relajarme un poco; sobre todo superar el rechazo de aquella mujer. Eso, y olvidarme de lo ocurrido con ese tal "Romeo".

-¡¡Me pone de los nervioso!!- murmuré en voz alta nada más entrar al hotel, al parecer no lo había olvidado del todo.

Me cambié de ropa notando la mirada algo confundida de mis compañeros.. no pensaba contarles nada, no iba a hablar del tema,  hasta que Massu me preguntó..

-Eh Shige, ¿que tal con la mujer de tus sueños?- solo preguntarme, le miré mal, tanto, que él retrocedió un par de pasos asustado. -no.. tenia que haber preguntado...-

-Ah.. lo siento Massu... pero no quiero hablar de eso ahora.-  le respondí con desgana; ella me había rechazado descaradamente, y eso me avergonzaba ante mis compañeros.

-No ha ido bien ¿verdad? te ha rechazado..- miré a Tegoshi; ¿por qué tenia que decirlo de ese modo y darlo por hecho? así sonaba aun más patético. 

-¿En serio? ¿te ha rechazado?- 

-Si Massu, así ha sido... ¿podéis dejar el tema?- cerré mi taquilla, quería comenzar a trabajar, pero ellos me siguieron.

-¡Pero si eres muy popular entre las clientas del hotel!- 

-Pues no para esta.- volví a responder a Massu. -está claro que no se me dan bien las mujeres.. hasta ahora, han sido ellas las que me han seducido a mi al parecer..- un tono irónico en mis palabras. -en fin, creo que pensaré en otra cosa y renunciaré al amor por el momento.. quizás escriba un libro.. si, uno con una historia dramática, como la pura realidad.- casi sin darme cuenta, me deprimí un poco más, ¡aunque siempre había querido escribir un libro!

-¿Te vas a rendir así? ella te gusta ¿no?- Tegoshi se detuvo frente a mi cruzándose de brazos con una mirada seria. -a veces a las mujeres les gusta hacerse las interesantes, no hay quien las entienda.- ¿por qué demonios seguían con el tema? 

 -Aun así... es hora de trabajar.- salimos al hall para ir cada uno a su puesto, pero justo entonces, apareció la persona con la que menos quería encontrarme..

Me detuve en seco al cruzarme con su mirada; una sonrisa amable, seductora... y aunque quise decirle que era un idiota prepotente, solo pude hacer una reverencia como cliente que era de ese hotel. 

-Vaya.. ¿quien es ese hombre? te ha sonreído Shige.- susurró Tegoshi a mi oído haciéndome sentir hasta escalofríos. 

-¿Qué dices? ¡no me ha sonreído ni nada!- me puse nervioso, no pude evitarlo después de todo.

-Si que lo ha hecho... y vuelve a mirarte...- demonios.. ¡Massu tenia razón! ¡ese idiota de "Romeo" no dejaba de mirarme!

-¡Dejadme en paz!- me alejé de ellos, mejor seria ir a hacer mi trabajo... lejos de Romeo si podía ser. 


************************************** 


El día había pasado tranquilamente, pero cuando pensaba que esa mujer quizás había dejado el hotel, y que mis sentimientos se habían ido volando, volví a caer hechizado por ella nada más verla caminar por el pasillo.

Hice una reverencia, ella ni siquiera me miró. Iba demasiado entretenida... si, del brazo de aquel hombre con el que se había marchado un par de noches atrás tras rechazarme de la manera más fría que podía haberlo hecho. Suspiré; apenas quedaba una hora para acabar mi turno, pero entonces, me llamaron de la recepción. 

-Habitación  527...- me quedé helado al recordar ese numero. -jefa.. ¿no puede hacerlo otro? mi turno acaba en una hora.- si que recordaba cual era esa habitación.. la habitación en la que entré por "accidente" buscando a esa mujer, la de Romeo. 

-Lo siento, pero este cliente ha pedido especialmente que seas tu quien le atienda esta noche.- me quedé helado cuando ella me explicó el motivo.

-Pero... pero...- me mordí los labios; no podía contarle lo ocurrido con él y el por qué no quería ir... ¡me culparían a mi! y ya bastante tenia con rezar para que esa mujer no abriera la boca contando a mis superiores mi atrevimiento...  -está bien...- suspiré pesadamente y acepté aquel "encargo".

Una hora más tarde, cuando debía acabar mi turno, me encontraba caminando hacia esa habitación empujando un carrito con vino y un par de copas... ¿él tenia una invitada?. Al parecer ese tipo había sido muy claro al pedir que yo le atendiera esa noche... ¿pero que demonios pensaba hacer? ¿tenerme toda la noche sirviendole vino a él y su acompañante? fui a tocar a la puerta, pero por un momento me detuve. El corazón me dio un vuelco al recordar ese apasionado beso en el jardín.. y por un momento quise volver a huir de él, pero entonces, la puerta se abrió.

-Vaya, asi que ya estas aqui... eres muy puntual, pasa.- me recibió con una sutil sonrisa, y al parecer,  tan solo con una bata de baño blanca. -¿que pasa? me miras como si hubieras visto un fantasma.- rió un poco, y yo apreté mis manos en la barra del carrito.

-Aquí está su pedido, con permiso.- agaché la mirada y entré en la habitación ignorando su pregunta; solo iba a hacer mi trabajo. 

Comencé a servir en una copa el vino que había pedido... aunque no entendía por qué había especificado dos copas cuando solo él parecía estar en la habitación. Sentía mis manos temblar, y justo cuando él se acercó a mi, derramé algo de vino fuera de la copa.

-Relájate. - me quitó la botella de las manos... en ese momento no pude reaccionar, solo le vi llenar la otra copa y ofrecérmela... entonces, ¿era para mi? ¿él no estaba acompañado? extrañamente, me sentí aliviado.

-Gracias pero estoy de servicio, no puedo beber.- le miré de reojo, puso una expresión extraña... ¿eso era un puchero? ¿en serio? pero enseguida volvió a sonreír.

-No te preocupes por eso, ya no estas de servicio.-  volvió a ofrecerme la copa, pero solo la sostuve entre mis manos tras un leve roce con sus dedos. 

Le observé, se dirigía al enorme ventanal; la vista sin duda era preciosa desde esa altura... ese hombre había cogido una de las mejores suits en la planta alta del hotel.

-Te equivocas, me has llamado, estoy de servicio.- y había perdido mi descanso de paso.. 

Me miró, fui incapaz de sostenerle la mirada al recordar el beso de aquella noche. Apreté levemente la copa entre mis dedos, y cuando él se volvió a acercar a mi, entonces le miré. 

-Entonces... me gustaría pedirte algo... algo.. que realmente deseo.. algo que me encanta...- tragué saliva.. ¿por qué estaba sonando tan endemoniadamente sexy? ¿y por qué se acercaba a mi? tuve que retroceder un paso al tenerle tan cerca. 

-¿Y que.. es lo que.. quieres?- tuve el valor de preguntar finalmente.

-Dulces.- sonrió como un niño, y en ese momento pensé que se estaba burlando de mi.  -¡una enorme tarta de nata y fresas!- 

-¿Hablas en serio??- murmuré, ¿de que iba ese tipo? 

-Completamente en serio.- suspiré, aunque me había quitado un peso de encima. -si dices que estas de servicio, entonces sirveme.- sonrió, y yo le miré con cierta desconfianza.

-Volveré con tu tarta. - solté rápidamente la copa, ¡de verdad necesitaba huir de allí! respirar profundamente por un momento.

*************************** 

-¿Pero que demonios le pasa? ¿es un psicópata o que? ¿qué pretende? ¿por qué un hombre debería pedir tarta?- me pregunté a mi mismo mientras me dirigía al ascensor. -comienza a darme... miedo... pero por otro lado, también curiosidad.- se abrieron las puertas, y sin esperarlo,  allí estaba esa mujer;  por un momento nuestras miradas se cruzaron. 

Hice una reverencia dejando que ella saliera primero, observándola... esta vez llevaba un recatado vestido que cubría su piel, pero igualmente se ceñía a su figura. Suspiré, y cuando quise darme cuenta, me di prisa en ir a por el encargo de "Romeo". 

Minutos mas tarde estaba allí de nuevo; en su habitación. Él me había recibido esta vez con un pantalón suelto de color gris claro así como con una camiseta de manga corta algo ajustada de color blanco. Podia decirse que era un hombre muy atractivo... ¡pero un momento!  ¡a mi no me gustaban los hombres! no tenia que fijarme en eso.

-Está deliciosa ¡muchas gracias!- se estaba comiendo la tarta él solo ¡pasada al media noche! -¿de verdad no quieres?-

-Te he dicho que no me gusta el dulce..- ya sabia más de mi de lo que quería que supiera. 

-Pues no lo entiendo... no se como no puedes amar el dulce.- 

-¿Porque no soy una chica?- respondí con sarcasmo, pero él me ignoró... le miré detenidamente intentando descifrar de que iba, pero en ese momento me di cuenta de los arañazos que tenia en su brazo derecho. -puedo.. ¿preguntarte algo?- asintió sin dejar de comer. -¿como te has hecho.. eso? parece que esté infectado.- él se miró el brazo sabiendo perfectamente a que me refería y sonrió.

-Hace un par de noches, besé a alguien, y ese alguien me empujó haciéndome caer en los rosales..- abrí los ojos de par en par  ¿así que había sido mi culpa? ¡un momento! ¡había sido su culpa por besarme, no la mía! -pero mereció la pena.- me hizo señas con su cabeza, y al mirar, vi en un jarrón la rosa que supuestamente yo había cortado para esa mujer.

-¿Por qué tienes eso?- sentí que me sonrojaba hasta las orejas. 

-Porque te pregunté si podía quedármela y me dijiste que hiciera lo que quisiera ¿no?- y Romeo sonrió una vez mas;  una sonrisa demasiado tontorrona que me hizo verlo como un autentico idiota, pero a la vez como una persona amable y considerada. -¿de verdad te gusta esa mujer?- 

-¿Eh? eso no es.. asunto tuyo...- bajé la mirada y apreté mis puños. 

Se levantó, caminó hacia mi y sentí su mano tibia en mi mejilla... entonces alzó mi rostro y pude ver esa sonrisa amable. 

-Podría ayudarte a conquistarla... a cambio de que.. seas mi escolta..- susurró aquello sobre mis labios, casi pegándolos con los míos... y yo tuve que contener mi respiración un segundo. 

-No puedo... hacer eso...- no con un hombre, por muy apuesto que fuera. 

-Ya lo estas haciendo esta noche... Shige.- quise echarme atrás, pero solo pude tropezar con la pared y quedar aun más acorralado.

-No... no me llames así...- cerré los ojos con fuerza, pensando que me besaría de nuevo, pero él se separó lentamente de mi. 

-Kato Shigeaki...-  si, él había visto mi nombre en mi placa identificadora.. ¡pero no tenia que llamarme con esa confianza! -uhm.. ¿Kato-kun? ¿estaría bien?- acarició mi cabello con las yemas de sus dedos haciéndome estremecer. -aunque.. creo que Shige me sigue gustando más.- ¡fue a besarme de nuevo! ¡juro que fue a besarme! pero me escapé de él.  

-¡No me llames de ninguna manera!  ¡Yo ni siquiera se tu nombre! ¡solo un estúpido seudónimo!- me quejé como un crío caprichoso  ¿desde cuando me interesaba su nombre? - os es que de verdad te llamas Romeo?- pregunté en un tono algo burlón, pero entonces, él me miró un poco serio y se dio la vuelta.

Por un momento temí que se hubiera enfadado conmigo, después de todo, él era un cliente, y yo le acababa de faltar el respeto... pero entonces, me volvió a mirar. 

-Piénsalo, te estaré esperando mañana a la misma hora, pero entonces, ven siendo tu mismo, no uno de los botones de este hotel.- sus palabras, tan delicadas pero directas, tan sensuales y a la vez firmes,  me hicieron temblar. -por esta noche,  está bien así, puedes marcharte si quieres.- eso hice; marcharme cuanto antes y salir de allí sintiéndome completamente inseguro.


-Estoy.. confundido...- susurré para mi mismo soltando un profundo suspiro, realmente me tocaría pensar en su propuesta.   



Continuará...



Hola, aquí el tercer capitulo por fin. Siento que el fic pueda parecer algo lento y que quizás esperéis más de esta historia.. pero tengo que hacer los capítulos cortos, ya sabéis.. por eso de que no tengo tiempo y hago lo que puedo -_- pero la historia se irá animando, de todas formas no será muy larga.

Hoy no tengo mucho que decir, solo dar las gracias de nuevo a todas las que leeis y comentáis. Como siempre, trataré de tener el siguiente capitulo cuanto antes! muchas gracias!