martes, 30 de octubre de 2012

My sweet temptation (capitulo 16 FINAL)

MY SWEET TEMPTATION  - capitulo 16 FINAL

Resumen: Koyama está enamorado de Shige pero es incapaz de confesarle sus sentimientos... mientras, Tegoshi ve a Koyama como algo más que un amigo.. ¿qué pasa cuando Tegoshi se ofrece para ser el sustituto de Shige? 
Autor: Saiikeiilove
Pareja: Koyama x Tegoshi 
Genero: Yaoi, romantico
Advertencia:  Lemon 




Despertó a la mañana siguiente oyendo el agua de la ducha correr. La habitación estaba a oscuras; las persianas bajadas y las cortinas a medio correr. Por un segundo se sintió un poco confundido, hasta que enseguida recordó que estaba en el apartamento de Koyama, que habían hecho el amor la noche anterior.

Se cubrió un poco más con las sabanas, justo hasta la boca al sentirse algo avergonzado por haberse dejado hacer por él. Sus mejillas ardían seguramente rojas, y nada más revolverse un poquito sobre la cama, sintió como todo su cuerpo se resentía.

-Idiota..- murmuró para si mismo, pero acabó esbozando una suave sonrisa.

Koyama le había dicho que le quería, que se había enamorado de él.. ¿pero que pasaba entonces con Shige? ¿Como podía cambiar así de sentimientos de la noche a la mañana? Se levantó de la cama, enredando la sabana y sujetándola a la altura de su cadera... caminó hasta la ventana y allí acabó de correr las cortinar así como levantó la persiana sorprendiéndose al ver que llovía. Entonces el sonido del agua de la ducha corriendo se detuvo, y fue el suave golpeteo de las gotas contra el cristal lo único que se oía entre tanto silencio.

Suspiró pesadamente; al final no se había confesado, si no que había sido Keiichiro quien lo había hecho dejándole completamente descolocado y débil ante él. Salió de sus pensamientos cuando unos brazos envolvieron su cintura.. justo como la noche antes cuando el líder le había pillado viendo su habitación.

-Buenos días, ¿has dormido bien?- le preguntó Koyama en un tono de voz suave, mimoso incluso.

Acababa de salir de la ducha, solo una toalla en su cintura le cubría, y su cabello aun goteaba sobre sus hombros desnudos.

-Uhm..- asintió, al menos había dormido toda la noche de una vez, sintiéndole a su lado.

-Entonces ve a darte una ducha mientras preparo el desayuno, café,  verdad?-

-Keii-chan yo.. debería marcharme ya.- murmuró cuando este le soltó, pero ni siquiera se giró a mirarle. -recogeré mis cosas y ya me iré a casa ¿ne?- esta vez le dio una rápida mirada así como una sonrisa, pero cuando Koyama alzó la mano y acarició su mejilla, todo su cuerpo tembló.

-Tegoshi.. lo que te dije anoche es cierto,  yo.. me he enamorado de ti...- Yuya fue a decir algo, pero Koyama le calló poniendo un dedo sobre sus labios. -¡no me preguntes como! Solo ha ocurrido así, ni siquiera yo me lo explico.. Shige dice que ha sido por habernos conocido de una forma más intima.. que no siempre las personas se enamoran a primera vista.. o algo así dijo..- sonrió algo nervioso, pero Yuya abrió los ojos de par en par, otra vez Shige..

-¿Shige sabe sobre esto?-

-Un poco... bueno, mucho.. ¿pero eso que importa? Me estoy declarando Tegoshi, te acabo de decir lo que siento.. ¿no vas a decir nada sobre eso?-  Le miró algo serio, decidido.. sentía su corazón latir acelerado; o Tegoshi le aceptaba, o le rechazaba.. solo tenia esas dos opciones. -ya veo..- suspiró ante la falta de respuesta. -supongo que soy un idiota por pensar que igual podía haber algo entre nosotros, que anoche fue especial no solo para mi..- le había sentido temblar entre sus brazos como nunca había sentido a nadie, pero se había vuelto a equivocar.. Yuya no tenia los mismos sentimientos. -iré a preparar el desayuno, dúchate mientras, luego si quieres puedes irte a casa.- sonrió un poco triste y se dio la vuelta para salir de la habitación.

Se quedó mirando un momento a Koyama mientras esta caminaba hacia la puerta de la habitación. Se mordió los labios de rabia.. esas palabras se sentían sinceras, conocía a Keiichiro y no era el tipo de persona que mentiría sobre algo así. Ese era el momento, si lo desperdiciaba, ya nunca se lo diría.

-¿Qué quieres que te diga? ¿Que estoy enamorado de ti? ¿Que fui tan egoísta de proponerte que te acostaras conmigo para suplir a Shige solo porque quería tenerte? ¿Porque fue la única forma que se me ocurrió para no tener que confesarte lo que sentía?- ante esas palabras, Keiichiro se giró completamente sorprendido. -cada vez que pronunciabas su nombre me moría de celos.. deseaba que fuera a mi a quien vieras ¡y no a él! Pero entonces, cuando lo estaba consiguiendo, decidiste romper conmigo, por eso se lo conté todo a Shige; por egoísmo, por rabia.. porque en ese momento te odié de verdad.- ya está, se lo había soltado todo.. quizás no de la mejor forma, pero ya lo había hecho dejándose llevar por lo que sentía en ese momento.

Koyama no dijo nada.. solo se acercó a él y le abrazo suavemente contra su pecho, sonriendo dulcemente al sentir que Tegoshi se estaba aguantando las ganas de llorar.. hasta que oyó un entrecortado “lo siento” ahogado en su piel.

-Está bien Tego-chan, no tienes que llorar.- le susurró acariciándole el cabello, pero lo cierto es que se sentía realmente feliz al conocer los sentimientos del más joven.

-¿Quien.. está llorando?- trató de disimular, pero entonces Keiichiro le tomó de la barbilla alzando su rostro..

Le miró a los ojos; estaban vidriosos, así como esas coloradas mejillas algo húmedas. Le besó con dulzura, con necesidad.. y en ese momento sus manos se deshicieron sobre la espalda de Tegoshi pegándole más él, guiándole en aquel abrazo hasta la cama.

Tegoshi se mordió los labios nada más sentir como Koyama le tumbaba entre las sabanas, pero no protestó; solo se dejó llevar por él, sintiendo sus besos, sus caricias.. así como volvió a sentirse completamente suyo, completamente entregado a él entre aquellos gemidos que volvían a inundar la habitación como lo habían hecho la noche antes...

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La lluvia caía ya mas suave mientras los ojos de Tegoshi miraban embobados hacia la ventana. Suspiró y los cerró un momento cuando los labios de Keiichiro volvieron a recorrer sus hombros una vez más, estremeciendo toda su piel después de hacer el amor.

-Tego-chan, estas muy callado.- le susurró mientras jugaba a soplar sobre la piel húmeda de su cuello.

-Uhm~- aquella fue su única respuesta, la cual provocó una sonrisa en los labios del líder.

-Creo que tendré que ducharme de nuevo.. ¿te duchas conmigo?- en ese momento, Tegoshi giró la cabeza para mirarle, sonrojándose ante esa pregunta.

-Eres un pervertido ¿lo sabias?- le protestó haciéndole reír, y esta vez Keiichiro le robó un beso de los labios.

-Esta bien, entonces ve tu primero si quieres.- su mano se deslizó hasta alcanzar la de Tegoshi, entrelazando sus dedos, pero Yuya se incorporó hasta quedar sentado en la cama, mirándole. -¿qué me miras?-

-Nada.. solo que no entiendo como han cambiado los papeles, como me he podido dejar hacer por ti.- refunfuñó algo avergonzado, pero acabó dedicándole una mirada un tanto traviesa y provocativa a Koyama.

El líder se mordió los labios ante aquella expresión en el rostro de Tegoshi, derritiéndose por él.... pero solo se alzó tomándole de la nuca para robarle un beso más.

-Has perdido el turno, iré a ducharme antes.- se levantó enseguida dejando al más joven en la cama, pero este rápidamente se levantó tras él.

-¡Keii-chan espera! ¡Iba yo primero! ¡Quiero ducharme, estoy pegajoso por todas partes!- entró en el baño rápidamente, pero Keiichiro ya andaba metido en la ducha.

-Al final vienes a buscarme ¿ne?-

-Calla...- acabó entrando en la ducha con él, sintiendo como no solo el agua recorría su cuerpo.. si no también las manos de Koyama deshaciéndose en caricias..

-Eh.. todavía no me lo has dicho..- le tomó de la cintura, abrazando ese pequeño cuerpo contra él.

-¿El qué?- sus manos se posaron sobre el pecho de Koyama, mirándole fijamente.

-Qué me quieres...- aquello provocó una risita por parte del más joven, y tras bajar un segundo la mirada, le volvió a encarar.

-Te quiero Keii-chan.- susurró sensualmente a su oído, sintiendo como Keiichiro parecía derretirse ante él, después de todo, siempre le tenía comiendo de la palma de su mano.


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Tras unas horas, llegaron los primeros a la empresa, había mucho que hacer ese día... por suerte habían llegado a tiempo a pesar del trafico de esa mañana debido a la lluvia y lo que de por si ya se habían entretenido en la cama.

-¿Por qué no están aquí todavía? ya es tarde.- protestó el más joven al ver que los otros dos ni siquiera habían aparecido aun.

-Cálmate Tegoshi, estarán al llegar, llamaré a Shige.- sonrió tranquilamente y sacó su móvil para llamar él antes de que fuera el manager quien hiciera la llamada.

-Buenos días...- saludó un cansado Kato, casi arrastrándose por el suelo y seguido de Massu que se veía aun peor.

-¿Ves? No ha hecho falta ni llamar.- le susurró a Yuya guardando su móvil.

-¿Por qué traéis esas caras? Hay que venir frescos al trabajo, ¿no lo sabéis?- bromeó el más joven, aunque él igual se sentía cansado esa mañana.

-Gomen.. es que anoche.. salimos un rato y.. Massu y yo acabamos en mi casa bebiendo más de la cuenta.- les explicó Shige mientras Massu pedía una aspirina casi llorando.

Koyama enseguida acudió a buscar alguna pastilla para la resaca mientras Yuya les regañaba.. se la ofreció a Massu con un vaso de agua y sonrió al ver esos ojitos brillantes de felicidad.

-Gracias Keii-chan, eres el mejor líder que News pueda tener~- se tomó la pastilla de inmediato y se dejó caer un momento en el sofá.

-Ya.. supongo que fuisteis a celebrar que vuestro trabajo como “espías” fue todo un éxito ¿no?- preguntó divertido el más joven, captando así la atención de los otros tres.. en ese momento, Shige quiso que la tierra le tragase.

-¿Tegoshi de qué hablas? ¿Como que trabajo de espía?-  Koyama estaba confundido, no sabia de que iba eso.. solo que esos dos andaban con una resaca horrible.

-Pues eso.. que estos dos ayer nos espiaron durante nuestra cita en el parque de atracciones.- le explicó cruzándose de brazos, viendo como ambos se miraban y buscaban la forma de librarse de la culpa.

-¡Eso tiene una explicación!-

-Muy tarde Shige, el karma te ha castigado con una buena resaca.- sonrió triunfante el más joven, y Kato solo pudo suspirar resignado.. habían sido descubiertos después de todo.

-Shige me obligó~- murmuró Massu con los ojos cerrados, todo le seguía dando vueltas.

-¿¿Ehh?? ¡eso no es cierto! Eres un buta mentiroso.- Massu fue a defenderse, pero en ese momento, tanto Koyama como Tegoshi empezaron a  reír provocando que los otros dos les mirasen como tontos.

-Chicos.. siento que os hayamos preocupado tanto, pero ahora está solucionado ¿ne?- miró a Tegoshi y este asintió sin decir nada más, solo un leve sonrojo adornó sus mejillas. 

-Keii-chan y yo lo hemos aclarado todo..-tomó su mano entrelazándola con la suya ante la mirada atónita de los otros dos y la sorpresa del mismo Keiichiro por hacer eso delante de ellos.

Massu les miró, por un momento se olvidó de la resaca.. Tegoshi tenia esa amplia sonrisa, ese brillo especial en los ojos... ¿así que al final se había confesado? ¿Ellos estaban juntos? Le dio una suave sonrisa cuando Yuya le miró.. quizás ya podía quedarse tranquilo.

-Entonces.. eso quiere decir que vosotros... estáis...- Kato fue a preguntarles si estaban juntos, pero entonces Koyama gritó su nombre sin venir a cuento.

-¡¡¡SHIGEEE~ !!! ¿qué es eso que tienes en el cuello?- le preguntó señalándole una marquita que parecía bastante reciente, y esta vez Kato se llevó la mano instintivamente a esa zona para  cubrirse.

-¿Eso es un chupeton?- preguntó esta vez Yuya, riendo.

-Lo es..- afirmo Koyama mientras Shige se ponía rojo hasta las orejas.

-¿Con quien estuviste anoche para...?- silencio.. y de repente la mirada de ambos se clavó en Massu sobresaltándole.

-¡Un momento! ¿No pensareis que nosotros dos..?- Massu estaba dispuesto a defenderse, pero había bebido tanto la noche anterior que no recordaba nada de lo que pasó en casa de Shige.

-Así que por eso dejas a Massu ir a tu casa ¿no?- Tegoshi empezó a molestar a Shige mientras este chillaba intentando defenderse, al parecer ya no tenia tanta resaca..

-Vamos Massu cuenta lo que pasó entre vosotros~- Keiichiro le golpeó en el costado con el codo, pero solo consiguió que Masuda se sonrojara hasta las orejas.

-¡Yo que se! Estaba muy borracho.- por un momento se asustó.. pero Koyama rompió en carcajadas y Tegoshi le siguió.

En ese momento entró un miembro del staff, regañándoles por estar todavía allí si hacer nada.. debían ponerse a trabajar cuanto antes.

-Así que ellos nos estuvieron espiando...- murmuró mientras caminaba junto a Tego por el pasillo.

-Keii-chan, no te hagas el inocente porque tu también tienes parte de culpa...-

-¿¿¿Eeehh??? ¿y por qué yo?-  preguntó sin saber de que iba la acusación de Tegoshi contra él, ¿qué había hecho?

-No es cierto que te regalaran las entradas ¿verdad? Lo hiciste para invitarme..- la reacción sorprendida de Keiichiro le dio la respuesta. -hay que ser muy baka para llevar a la persona que te gusta a una cita a un lugar que te da miedo..- aquellas palabras dejaron al líder casi con la boca abierta.. ¿así que había pasado miedo innecesariamente cuando Tegoshi ya sabia que era todo preparado? -aun así.. fuiste muy valiente, gracias...- se acercó a besar su mejilla, y aquellas palabras llenaron de orgullo a Koyama.

-Ya ves, soy un valiente.- ambos rieron mientras recorrían el pasillo.. pero los otros dos se habían quedado atrás.

Silencio.. los dos se miraban, ninguno decía nada en ese momento. Massu miró detenidamente el cuello de Shige; era cierto que tenia una marquita, reciente.. y la única persona con la que Shige había estado la noche antes había sido con él, incluso se habían despertado en la misma cama..

-Shige... ¿qué paso anoche?- se atrevió a preguntarle con miedo, pero Kato desvió la mirada llevándose una mano a la nuca para rascarse.

-Nada de lo que tengamos que arrepentirnos..- lo recordaba.. después de acabar muy borrachos con algún que otro tonteo, se quedaron dormidos nada más llegar a la cama.

-Vale, confiaré en ti.- Kato asintió en respuesta, y prefiriendo no hablar más del tema, salieron tras sus compañeros.

**********************************

Un par de meses mas tarde...

-¿Como se podría definir la relación que mantenéis?-

-Somos como hermanos.- respondieron los dos al mismo tiempo, dedicándose una risita traviesa cuando sus miradas se encontraron.

La entrevista llegó al final; los cuatro salieron del set entre risas mientras decidían ir a comer y Tegoshi se colgaba del brazo de Koyama.

 ¡Siempre eran las mismas preguntas! Año tras año, aunque lo divertido era ver como evolucionaban sus respuesta… aunque después de todo, había veces en las que tenían que “mentir” u ocultar alguna cosa..

-¿Como podéis ser tan mentirosos?- preguntó Massu algo sonrojado al ver como Tegoshi tomaba sin ningún pudor la mano del líder.

-No mentimos, somos como hermanos ¿nee Keii-chan?- Yuya esbozó una amplia sonrisa, una que hizo que el mayor del grupo riera algo nervioso.

-Claro, somos como hermanos~- y sin más, se dejó besar en la mejilla por el más joven.

-Si… hermanos con “derecho a roce”… lo de vosotros seria  incesto en todo caso.-  Kato no pudo evitar reír un poco, después de todo ya se había hecho a la idea de la relación que esos dos mantenían desde hacia un tiempo.

-¿Y qué queréis? ¿Que se entere todo el mundo de lo nuestro? No nos queda más remedio que fingir.- Tegoshi asintió afirmando a las palabras de Keii; ambos estaban de acuerdo en ocultar su relación.

-Más de una fan estaría encantada con la noticia, eso seguro...- Massu suspiró pesadamente; él aun no se acostumbraba del todo, sobre todo cuando ese par de descarados se dedicaban a besarse frente a él y Shige.

-Como sea, el caso es que seguirá siendo un secreto.- una dulce mirada se clavó en Keiichiro haciéndole estremecer, y este respondió apretando su mano suavemente.

-¿Entonces vamos a cenar o no? Me muero de hambre.- y ante la propuesta del líder de News, los cuatro chicos fueron en busca del restaurante.

-Pero tu pagas, líder-cartera.- bromeó Massu adelantándose junto a Sigue.

-Como imaginaba.. tendré que trabajar el doble.. ¡no! El triple para alimentar a esta panda de glotones..- suspiró pesadamente, pero entonces sintió como Tegoshi le abrazaba por la espalda.

-No te quejes, todos sabemos que te encanta~- sonrió divertido cuando Koyama volvió la cara a mirarle mostrándole esos ojitos vidriosos.

-Pero...-

-¿Qué te parece si.. les alcanzamos en un rato?- le susurró aquello al oído, pero cuando su lengua lamió la orejita de Keiichiro, este se tensó.

-¿Qué.. qué estas buscando?- preguntó sintiendo como su respiración comenzaba a agitarse.

Tegoshi no respondió con palabras, solo sonrió traviesamente y soltó a Koyama para tomarle de la mano y arrastrarle a una de las salas que estaban vacías. Una vez allí le acorraló contra la pared, comenzando a besar ansiosamente los labios del mayor mientras este jadeaba en su boca.

-Así me gusta, que no te resistas Keii-chan.- sonrió mordiéndose los labios, y ante esa forma de insinuarse, Koyama sacó su móvil rápidamente.

-¡Shige~! Id pidiendo vosotros, nosotros vamos a tardar como 10 minutos más.-

-20 minutos mínimo.- le corrigió el más joven comenzando a besar juguetonamente el cuello del líder.

-¡20 minutos! Te tengo que dejar.- y nada más colgar, sus manos envolvieron la fina cintura de Yuya, haciéndole cambiar de posición y dejándole esta vez acorralado a él.

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-¿Quien era?- preguntó Massu curioso ante la expresión y el sonrojo de su compañero.

-Koyama.. tardaran.. como 20 minutos en alcanzarnos..- se había quedado con el móvil pegado a la oreja. –¿como pueden ser tan descarados?- se preguntó avergonzado, pero Massu comenzó a reír.

-Vamos a adelantarnos, más grande será la cuenta cuanto más tengamos que esperarles.- la sonrisa de Massu se hizo algo traviesa, y esta vez Kato le respondió del mismo modo.

********************

Cerraron la sala con pestillo; la sala era pequeña y estaba totalmente a oscuras y llena de trastos. Se la estaban jugando al encerrarse ahí.. pero si Tegoshi le provocaba de esa manera, Koyama era incapaz de resistirse.

-Espero.. que lleguemos a los 20 minutos de verdad..- Yuya soltó una risita mientras sus manos jugaban con el pantalón de Keiichiro.

-¿Acaso lo dudas?- sonrió sobre los labios del más joven, y entonces fue Tegoshi quien le tomó de la nuca pegándole más a él.

-Eres un pequeño demonio...- susurró entre besos, divirtiéndose y calentándose con esa situación.

Tegoshi solo sonrió dejándose llevar por él, sintiendo aquella pasión que nacía entre ambos.. aquel fuego difícil de calmar.. y sobre todo esos sentimientos que tanto habían tardado en aclararse.




FIN




Se acabo este fic!!!!  me parece mentira haber llegado hasta aqui! pero estoy muy satisfecha por haberlo escrito y haber conseguido acabar este fic largo de mi pareja favorita ^^  los echaré de menos.. aunque en realidad no tanto, seguiré escribiendo cositas y entre ellas, algo más de estos dos XD 

Hablando del capitulo.. en realidad todo quedó claro en el capitulo anterior, a esepción de la respuesta de Tegoshi.. y a parte de eso, este capitulo lo basé en algo más divertido, ya con todo solucionado ^^ me gustan los finales felices, no en plan cursi, si no en plan divertido, asi que por eso lo he acabado asi ^^  

A todas las que habeis estado leyendo hasta el final y comentando.. de verdad, gracias.. espero que este fic os haya gustado hasta el final, que tambien os haya dejado satisfechas este ultimo capitulo ^^ es dificil darle un final a las cosas que gustan! XD asi que siempre lo intento hacer lo mejor posible ^^

Pero hay algo más.. como me divertí tanto escribiendo sobre Massu y Shige metiendose en las cosas de la parejita, he escrito un pequeño extra sobre ellos dos, sobre que pasó esta ultima noche entre ellos y el motivo de esa marca en el cuello de Shige XD  es una tonteria, pero se me antojó escribirlo sobre todo porque me rei mucho con esa parte.. asi que lo subire en esta misma semana, seguramente el jueves que es fiesta ^^ 

Y hasta aqui el fic.. esperare vuestros comentarios a ver que os ha parecido, y me despediré definitivamente del fic en el extra XD 

Gracias de nuevo ^^ 


jueves, 18 de octubre de 2012

El viaje que nos dió la oportunidad de dar el primer paso (Parte 2)

Autor: Saiikeiilove
Resumen: Koyama y Shige van de viaje a NY para hacer las fotos para el pamphlet del proximo butai de Koyama "Call" una vez alli les tocará compartir algo más que una habitación de hotel, lo que hará que los sentimientos salgan a la luz.
Pareja: Koyashige
Genero: comedia, Romantico
Advertencia: lemon


Parte 2


Shige llegó a la habitación tras un largo y relajante masaje de una hora. Se sentía completamente tranquilo, listo para irse a dormir. Pero fue llegar a la puerta de la habitación, y su sistema nervioso volvió a dispararse.

Aquella confesión de Koyama había sido tan inesperada que a pesar de ser una broma, no había sabido reaccionar.

-Una broma ¿ne?- se repitió a si mismo una vez abrió la puerta.

Miró a Koyama; estaba dormido y la habitación completamente a oscuras, solo entrando algo de luz por la ventana. Se acercó. Las almohadas ya no estaban separando los lugares de ambos, y él tampoco se molestó en colocarlas esa última noche.

Simplemente se metió en la cama y se volvió hacia su amigo de forma que pudiera ver su rostro. Así que Koyama no sentía lo mismo por él... ¡ni siquiera le gustaba los chicos! Entonces... ese día realmente si fue cosas de crios.

Shige finalmente se giró hacia el otro lado, casi pegándose al borde. Pero fue a cerrar los ojos, cuando los abrió de par en par al sentir como Keiichiro lo abrazaba y se pegaba a él emitiendo un suave ronroneo.

-*Justo como un neko mimoso...*- pensó, acabando por esbozar una suave sonrisa.

Quizás estaba bien si por esa noche; solo por una vez, dormían abrazados fingiendo que no se había dado cuenta.

-Uhm...- murmuró suavemente, acurrucándose un poco más tras la espalda del más joven.

A pesar de andar más dormido que despierto, Keiichiro había sentido a Shige entrar en la habitación... y justo cuando este se hubo metido en la cama, instintivamente lo abrazó.

Quizás la excusa perfecta ya que Shige sabia que él tendía a abrazar todo lo que se ponía a su alcance mientras dormía... precisamente por eso no había querido compartir la cama con él. Pero simplemente tenía la necesidad de abrazar a su mejor amigo; de sentir el calor de ese cuerpo a su lado.

-Shige-chan...- ronroneó en sueños, prácticamente jadeando en el oído del moreno.

Shige se sobresaltó cuando oyó esa especie de... ¿jadeo? ¿qué demonios andaba soñando Koyama? Giró la cabeza un poco; lo suficiente como para mirarlo de reojo. El rubio de verdad parecía estar dormido… pero éste cada vez lo abrazaba más, provocando que sus cuerpos se pegasen demasiado... tanto, que pudo notar como “algo” quizás un poco duro, rozaba contra su trasero.

-Koyama… ¿pero que demonios..?- susurró sonrojándose ¡ahora él también andaba teniendo la misma reacción!

Se mantuvo completamente quieto; tan solo cerrando los ojos con fuerza y tratando de ignorar los suaves jadeitos que iban escapando de los labios de su amigo. ¿Así que por eso Koyama no quería que durmieran juntos? realmente no le importaba que Koyama le abrazase mientras dormía... eso no seria un problema de no ser porque lo que sentía en su trasero así como la reacción de su propio cuerpo, no era más ni menos que un par de erecciones.

-Kato-san, no pienses en eso…- se dijo a si mismo en voz baja. -*no pienses en que tienes a Koyama tan pegado a ti… no te excites más… pero él... también está…*- se repitió mentalmente, sintiendo un intenso escalofrío.

El rubio se movió un poco más contra el cuerpo del moreno. Aquella sensación era agradable; se estaba sintiendo como una especie de sueño erótico que le obligaba a jadear calladamente aun dormido. Pero en un momento, sintió como aquel cuerpo al que abrazaba se movía; como se escapaba de su abrazo.

Intentó buscarlo de nuevo, llegando hasta el filo de la cama. Pero no había nadie allí; Shige se había escapado dejándole con un pequeño problema el cual trató de ignorar para seguir durmiendo...

***********************************

-Maldito, maldito, maldito...- susurró el más joven de ambos tras entrar al baño.

Había conseguido escapar de Koyama; agitado, excitado... y aquella excitación no se calmaba por mucho que trataba de echarse agua fría en la cara.

Shige se miró al espejo; sus mejillas estaban muy rojas y sus ojos parecían incluso un poco brillantes. ¿Koyama le había puesto así? ¿En aquel estado? Justo como aquella vez cuando apenas había cumplido 14 años...

Sin pensarlo demasiado y sin saber que otra solución encontrar, deslizó su mano por su cuerpo, gimiendo suavemente cuando sus dedos envolvieron aquella erección que le había provocado su mejor amigo.

Mientras tanto, en la cama, Koyama se movió inquieto hacia el centro de aquella enorme cama quedando boca arriba. Pero la sensación de excitación no desaparecía... es más, se hacia un tanto incomoda tan solo con el roce de las sabanas.

Un suave sonido; algo parecido a leves gemiditos le hizo abrir los ojos, despertarse. Keiichiro se incorporó, dándose cuenta en aquel momento de su “problema” el cual solo pudo ignorar al oír claramente como alguien jadeaba...

-¿Shige?- susurró para si mismo mirando directamente al baño.

La puerta encajada y algo de luz saliendo de aquella rendija. Pero la claridad no era lo único que escapaba del baño... también lo hacia aquel sonidito que se asemejaban demasiado a suaves jadeos reprimidos en un tono de voz que resultaba ser el de Kato.

Se levantó de la cama, y sin más y con toda la curiosidad del mundo, Koyama acudió al baño. Sintió sus mejillas arder así como su cuerpo inquietarse, excitarse un poco más... ¿qué hacia Shige? La respuesta la obtuvo cuando a través de la puerta encajada, vio perfectamente como se estaba masturbando.

Aquello provocó que su corazón se acelerase… así como aquella suave presión bajo sus pantalones se hizo más notable. En tantos años de amistad, solo una vez había visto a Shige excitado... ¿hacia cuanto? ¿casi 8 años? Si... aquella vez cuando tenían 14 y 17 años respectivamente. Y esta, era la segunda vez que lo veía en esas condiciones y no con cuerpo de adolescente precisamente...

Ni siquiera notó que Keiichiro lo observaba. Shige mantenía sus ojos cerrados, los labios se los mordía de vez en cuando para no jadear; cosa que no daba del todo resultado... y cuando pensó que en cuestión de segundos alcanzaría su propio limite, hasta el último milímetro de su piel se erizó al oír a Koyama susurrar sobre su oído.

-¿Necesitas ayuda?- ante su pregunta, el más joven se giró de inmediato a mirarlo dejando lo que estaba haciendo.

-Koyama que... ¿qué haces aquí?- le preguntó con la voz totalmente entrecortada; ni siquiera sabia que decir, que hacer o a donde mirar.

-Mmm... me he despertado... al parecer mi amigo está en apuros.- sonrió suavemente, con cierta amabilidad... consiguiendo tan solo que el más joven apartara la mirada. –una vez ya te ayudé ¿recuerdas?- Koyama posó una mano sobre el vientre de Kato alzando un poco su camiseta, haciendo que este se sobresaltara y le apartase la mano bruscamente.

-Si lo recuerdo, pero fueron “cosas de crios” ¿ne?- puro sarcasmo. –así que no te preocupes, se apañármelas yo solo.- ya no pretendía seguir, tampoco que Koyama le siguiera viendo avergonzado... así que tan solo acertó a ponerse bien la ropa; estaba enfadado, fastidiado.

-Si Shige, fueron cosas de crios.- le habló calmado mirando como su amigo, de espaldas a él, se colocaba bien la ropa. -Por eso... ahora haremos cosas de adultos.- un par de paso y de nuevo pegó su cuerpo al del moreno.

Tan solo escuchó a Koyama decir aquello, y se giró a mirarlo con sorpresa. Un beso. El más joven se separó rápidamente. ¿Qué había sido eso? ¿Por qué Koyama le había besado? Lo miró… Keiichiro se acercaba a él despacio, con aquella suave sonrisa en su rostro y ese brillo en los ojos que le hizo derretirse por él allí mismo.

El mayor acortó la distando entre ellos. Ese beso… había sido corto pero igualmente le había sabido demasiado dulce; diferente a aquella vez años donde tan solo unió sus labios a los de Shige para mantenerle callado. Quería repetirlo, pero Shige se veía demasiado a la defensiva.

Un par de pasos y ambos se vieron envueltos en un beso apasionado, necesitado... un beso donde sus labios jugaron a acariciarse. Unos segundos más, y Koyama se había llevado a Kato de vuelta a la cama; tumbándolo allí suavemente y haciéndolo quedar bajo su cuerpo.

-Shige... me gustas...- le confesó comenzando a jadear por el beso, mostrándose un poco avergonzado con aquella confesión. –me gustas desde hace mucho tiempo…- le confesó mirándolo a los ojos, sincero y esta vez sin buscar molestarlo o hacer alguna broma sobre eso.

-Koyama si es una broma está llegando demasiado lejos.- el más joven se defendió girando la cabeza a un lado, evitando así el contacto visual.

Keiichiro solo sonrió suavemente. Así que Shige pensaba que estaba jugando... pero conocía a su amigo demasiado bien; sabía perfectamente que en el fondo, Kato sabía que hablaba totalmente en serio.

-Sabes que hablo en serio.- llevó sus dedos al cabello del más joven, acariciándolo.

Lo sabía... Shige sabía perfectamente que su amigo lo estaba diciendo en serio. Pero entonces... ¿le gustaba? ¿Él le gustaba a Koyama desde hacia tanto tiempo? Por un momento tuvo miedo y solo acertó a cubrirse el rostro con ambas manos.

-¡Deja ya de bromear! Lo haces porque sabes que tu me gustas ¿no?- no, Koyama no era tan cruel como para eso y él lo sabia. –¡por eso me dices que yo también te gusto!-

-Shige... mírame.- le pidió apartando despacio las manos del más joven de su propia cara. –¿crees que bromearía con algo así?- ante su pregunta, Kato negó. –¿entonces por qué dices eso?- el moreno no supo responder; solo pudo quedarse en silencio. –¿Shige?-

-Porque es casi imposible que dos personas se correspondan tan fácilmente.- susurró sin mirar a Koyama.

Keiichiro sonrió ampliamente. Así que también le gustaba a Shige... eso si le había pillado totalmente por sorpresa, y realmente le había alegrado demasiado. Suavizó su sonrisa, y cuando supo que Shige seguiría hablando; quizás buscando alguna contra al echo de gustarse, le calló con un nuevo beso.

Ese beso... Kato lo estaba sintiendo demasiado diferente a aquel “primer beso” entre ambos cuando eran crios. En aquella ocasión, Koyama simplemente había posado sus labios sobre los de él para callarlo… justo como ahora, solo que la diferencia era que esta vez se sentía un beso de verdad… podía sentir perfectamente los labios de su mejor amigo acariciando los suyos de una forma prácticamente experta.

Koyama había tornado aquel beso atrevido; su lengua comenzaba a abrirse camino entre los labios de Shige, encontrando la suya. Mientras tanto, su mano bajó por el pecho del más joven, acariciándolo hasta llegar al vientre donde la deslizó bajo la ropa. Un suave jadeo por parte de Shige... y una sonrisa escondida en aquel beso se dibujó en los labios del rubio.

-Keii…- suspiró cuando sintió los labios de su amigo rozar su cuello. –no... lo marques...- le pidió entre aquellos jadeos que intentaba contener.

Koyama sonrió. Aquella petición estaba un poco fuera de lugar... y buscando molestar a Shige, succionó suavemente la piel de su cuello haciendo una pequeña marca.

-Shhh... no te quejes.- susurró en el oído del moreno cuando este refunfuñó. –solo déjate llevar.- esta vez le besó el cuello, trazando un húmedo camino por la piel con sus labios, erizándola.

Cerró los ojos. Los besos de Koyama sobre su cuello, tras sus orejas, sobre su garganta… se sentían demasiado bien, le invitaban a suspirar una y otra vez, a rendirse ante su mejor amigo. Abrió los ojos cuando Keiichiro dejó de atender su cuello. Miró a su amigo; este se había erguido ante él y había comenzado a quitarse la camiseta. Por un momento bajó la mirada hasta el torso de Koyama; quería tocarlo, acariciar ese cuerpo que el rubio había comenzado a moldear a base de ejercicio... así lo hizo.

Un suave gemido escapó de los labios del mayor cuando los dedos de Shige se pasearon muy despacio sobre su pecho, como si al más joven le diera miedo tocar. No le culpaba por ello; la situación parecía un tanto irreal. Pero ahí estaban… excitados, acariciándose y besándose en aquella cama que habían compartido por varias noches.

-Shige-chan... puedes tocarme.- le sonrió amablemente, inclinándose un poco sobre Shige al dejar caer su peso sobre sus brazos apoyados uno a cada lado de la cabeza del más joven.

Kato asintió, y haciendo caso a su amigo, comenzó a acariciarle. Esta vez no solo las yemas de sus dedos; si no toda su mano paseó a gusto por el torso de Keiichiro, tanteándolo y disfrutando con aquel tacto.

Poco a poco se fueron desnudando mutuamente; hasta que sus cuerpos tan solo quedaron cubiertos por la ropa interior. Mientras tanto, las manos de ambos jugaban sobre el cuerpo del otro; acariciándose, conociéndose de aquella forma tan íntima... así como los besos se veían interrumpidos por los tímidos jadeos.

-Koyama...- Kato lo miró, deteniendo un momento las manos de su amigo cuando este fue a quitarle la última prenda.

Keiichiro solo sonrió en respuesta, y sus manos temblaron suavemente al rozar el borde de la prenda interior.

-Daijoubu... no te haré daño.- le aseguró en un tono de voz suave.

Shige asintió en respuesta. Cerró los ojos enseguida que el rubio comenzó a bajarlela ropa interior liberando así su miembro excitado... sintiéndose completamente desnudo ante el que desde años atrás, era su mejor amigo; desnudo, de una forma más intima que nunca antes.

El mayor sonrió ante la reacción del moreno. Pero Shige no era el único que estaba nervioso... si no que él también se sentía de esa forma; a punto de dar aquel paso tan importante para ambos que convertiría su amistad en algo más.

Se miraron, y Koyama sonrió ante el sonrojo de Shige, dejando la ropa interior de este a un lado para hacer lo mismo con la suya.

-Ahora estamos igual ¿ne?- aquellas palabras arrancaron una risita avergonzada al más joven.

-Baka, no estropees el momento.- Shige le miró de reojo, alzando de nuevo sus brazos hasta rodear el cuello de su amigo.

-Lo siento.- se disculpó riendo suavemente, pero los labios de Shige le silenciaron.

Koyama sonrió; aquello era claramente un “cállate ya”. Aun así, le encantó esa reacción por parte del moreno; quizás ya un poco más relajado, justo lo contrario de cómo se sentía él mismo en ese momento.

Sus labios se separaron, lo suficiente como para abrir los ojos y mirarse. Eso fue lo que hizo Kato; mirar a su amigo… observar el rostro sonrojado de este y el visible nerviosismo que su expresión delataba.

Le acarició la mejilla, y su otra mano, bajó desde la espalda de Keiichiro hasta el trasero de este, haciéndole sobresaltar con aquel contacto. Si, parecía que Koyama estaba nervioso... así que solo pudo reír suavemente.

-¿Ahora el tímido eres tu?- preguntó mientras su mano se deslizaba hacia la cadera del mayor. –daijoubu, no te haré daño.- le repitió exactamente lo mismo que Koyama le había dicho minutos antes.

Asintió ante las palabras de Shige; la situación parecía haberse invertido un poco… aun así, Koyama tan solo tomó una profunda bocanada de aire, y buscando con sus labios la mano que Shige tenia sobre su mejilla, besó sus dedos… un beso que se volvió atrevido cuando su lengua comenzó a recorrer los dedos del más joven; cuando comenzó a mojarlos con su saliva mientras su propia mano, bajó por el torso de Kato hasta llegar más abajo de su vientre...

Un gemido suave, tímido, escapó de sus labios al sentir como los dedos de Koyama rozaban su miembro. No pudo evitar que un fuerte cosquilleo recorriera su cuerpo como si se tratase de una corriente eléctrica... ahora su mejor amigo comenzaba a acariciarle de aquella forma; como hizo una vez años atrás...

-Keii...- gimió su nombre, entreabriendo los ojos para mirarle.

-¿Qué ocurre?- preguntó el mayor dejando por un momento de besar sus dedos. –Shige... ¿estás bien?- Kato asintió en respuesta, jadeando suavemente a medida que las caricias aumentaban.

Koyama sonrió; Shige tenia la misma expresión que aquella vez en los baños de la empresa... aquella vez que le acarició hasta llevarlo a acabar en su mano... solo que esta vez, el cuerpo de Shige ya estaba totalmente desarrollado. Simplemente quiso hacerle sentir más; ver más de aquellas expresiones que se dibujaban en el rostro de su mejor amigo.

Un nuevo gemido escapó de sus labios cuando sintió nuevamente sus dedos en el interior de la boca de Koyama. Simplemente le costaba mantener los ojos abiertos... aquella vez, tampoco los abrió; si no que los mantuvo cerrados hasta que se sintió acabar por primera vez entre los dedos del rubio. Finalmente, se obligó a abrirlos cuando dejó de sentir la lengua de Keiichiro recorrer sus dedos.

El rubio besó suavemente los labios de Shige; este parecía algo confundido, aturdido más bien... aquello le hizo sonreír, sentir a Shige más especial que nunca. Así que, sin dejar de besarle, se colocó sobre él... sentándose en la parte baja de su vientre.

Un gemido escapó de ambos cuando sus cuerpos se rozaron de aquella forma tan intima. Por un momento se quedaron así; sintiéndose, disfrutando de aquella placentera sensación... hasta que Koyama alzó un poco sus caderas y guió la mano de su mejor amigo a que tocara aquella parte de su cuerpo.

-¿Estas... seguro?- preguntó Shige al sentir sus dedos demasiado cerca de aquel lugar que suponía debía preparar.

-Daijoubu... si no soy yo, eres tu ¿ne?- sonrió con cierto nerviosismo. –y quiero que lo hagas tu... así que... puedes... hacerlo Shige...- jadeó suavemente y se mordió los labios cuando sintió las suaves caricias sobre su entrada.

Shige le miró, entendiendo perfectamente lo que su amigo quería decir... y por un momento, se sintió aliviado del rol que Koyama le había ofrecido. Asintió con un poco de seguridad, y seguidamente, lo hizo despacio... sin dejar de mirar al rubio; tan solo acariciando aquella zona con sus dedos humedecidos... hasta que se decidió a presionar un poco con uno de ellos, colándolo en un segundo intento. Entonces sintió al mayor temblar, estremecerse sobre su cuerpo de tal forma, que solo pudo quedarse embobado mirándole.

Incomodo... así era como se sentía una vez que aquel dedo entró en su cuerpo. Aun así, trató de relajarse, de facilitarle el trabajo a Kato.... así que atrapó los labios de este entre los suyos, comenzando a besarle con calma entre suaves jadeitos que escapaban de su boca a medida que Shige le iba preparando; a medida que aquella incomoda sensación, se trasformaba en algo placentero… en algo completamente nuevo seguramente para ambos.

Shige recibió los besos de su amigo respondiendo a ellos, volviéndolos algo apasionados, necesitados. Había sido demasiado tiempo guardando aquel sentimiento que tenia por Keiichiro; desde que era un crio... y en ese momento, Koyama estaba entregándose a él por completo.

Se miraron; sus labios tuvieron que separarse a consecuencia de la respiración agitada. Una sonrisa cómplice por parte de ambos, un nuevo sonrojo, y más besos...

Koyama gimió suavemente; un gemido claramente de placer... ya no se sentía tan incomoda aquella sensación, y los dedos de Shige se movían con cierta soltura dentro de su cuerpo provocándole más gemidos. Por su parte, Kato siguió explorando con sus dedos, preparándole, sintiéndole prácticamente listo. Aun así, dudó en hacer lo siguiente... hasta que Koyama le habló al oído...

-Hazlo ahora.- le pidió en un susurro, ofreciéndole una suave sonrisa. -estoy preparado....- sentía su corazón latir a mil por hora; impaciente y algo temeroso. –…o eso creo...- soltó una risita; suave, nerviosa... la cual compartió con su mejor amigo.

-Hai...- Kato sacó despacio sus dedos, mirándole. –voy a hacerlo.- le dijo con seguridad, recibiendo un asentimiento por parte del mayor.

Sus ojos se cerraron con fuerza, y sus manos, se aferraron a las sabanas justo a cada lado de la cabeza de Shige cuando este comenzó a entrar en él. Relajado, así era como debía estar... ¡pero era totalmente imposible! Su propio cuerpo se contraía de manera involuntaria sin dejar que Kato entrara sin sentir dolor.

Shige se detuvo un momento. Ya lo sabía; Koyama estaba tenso pero aun así parecía hacer lo posible por relajarse. Tanta presión no le dejaría entrar, ¡acabaría lastimándole si no se relajaba! Así que simplemente, acarició la mejilla del mayor con sus dedos, atrapándole los labios entre los suyos, distrayéndole.

Koyama suspiró en aquel beso… y cuando la mano de Shige bajó por todo su torso hasta rozar su miembro, gimió en un suave quejidito; buscando un poco más de aquellas caricias por parte de su amigo.

Por un momento, Shige rompió el beso para mirarle; lo entendía... lo que Keiichiro andaba pidiéndole... asi que, se atrevió a pasar sus dedos sobre el miembro del mayor; acariciándolo, estimulándolo hasta volver a despertarlo completamente. Poco a poco le fue acariciando, dándose cuenta de que aquellas caricias conseguían llenar de placer a su mejor amigo... y no solo eso, si no que conseguían relajarle.

No podía evitarlo, era imposible no gemir… ignorar las caricias de Shige que se sentían deliciosas sobre su miembro; lentas, suaves... pero realmente estimulantes. En ese momento, se sintió un poco más relajado... al menos su cuerpo ya no estaba tan tenso, pero si agitado y deseoso por sentir más placer.

-Shige-chan... aah...- movió un poco sus caderas, bajándolas... a la vez que Shige buscó alzar las suyas.

-¡Aaaah!- un gemido ahogado por parte del más joven... ya casi estaba dentro; podía sentir aquel intenso calor.

Suavemente, Koyama se comenzó a mover; sintiendo como Kato comenzaba a acariciar su interior, así como la mano de este daba otras tantas caricias sobre su miembro, haciéndole estremecer de placer.

Shige le miró; no podía dejar de hacerlo... la expresión de Koyama le estaba pareciendo lo mejor que había visto en toda su vida, y simplemente quería seguir observándolo. El único “problema”, era que con cada movimiento se sentía entrar más en él, embriagándose por completo del calor que desprendía aquel cuerpo sobre el suyo... y como consecuencia, su vista comenzaba a nublarse por el placer obligándole a cerrar los ojos.

Caricias, besos, miradas... calor... aquel paso que ambos habían dado, se había convertido en algo imposible de retornar. Los gemidos hacia rato que inundaban aquella habitación de hotel… suaves, necesitados... así como ambos cuerpos se movían, compenetrándose entre las sabanas de aquella cama que habían compartido noches atrás; la que ahora compartían de una forma totalmente diferente.

Shige alzó sus brazos hasta tocar con sus manos la espalda de Koyama, acariciando la piel de su amigo, sintiéndola húmeda por el sudor... y en un abrazo necesitado, le hizo quedar pegado a su pecho. Quería abrazarle, acortar la distancia entre ambos, sentirle... incluso había dejado de masturbarle para rodear el cuerpo del rubio con sus brazos. Por un momento pensó que quizás Koyama prefería seguir siendo acariciando de aquella forma, pero en ese momento, Kato quería besarle; hacerle sentir más cercano a él.

Por su parte, el mayor de ambos respondió a los besos del más joven; con ansias, con ternura, con un montón de sentimientos que andaba encontrando al hacer el amor con su mejor amigo. Shige había dejado de acariciarle de “aquella” manera... aun así, sintió una presión, un roce casi perfecto, cuando su miembro quedó aprisionado entre los vientres de ambos.

El rubio alzó su mirada para encontrarse con los ojos de Kato, y este le respondió con una sonrisa que le tembló en los labios cuando un gemido un poco más fuerte escapó de su boca. En respuesta, una nueva sonrisa por parte de Keiichiro... quien enterró su rostro en el cuello de su amigo pare besarle, para hacerle oír su voz más pegada a su oído. El abrazo entre ambos se había vuelto más estrecho, y para Koyama, el hecho de saber a Shige abrazándole contra su pecho con aquella firmeza, le hizo sentir aun más especial.

-Shige...- el nombre de su amigo se dejó oír entre su respiración agitada. -me gustas Kato-san...- volvió a declararse, a confesarle sus sentimientos con una sonrisa.

El más joven solo sonrió en respuesta, se sentía incapaz de hablar... asi que sus manos recorrieron la espalda del rubio diciéndole con caricias lo que su garganta no dejaba salir.

Una nueva sonrisa por parte de Keiichiro ante la muda respuesta del otro... e inclinando hacia atrás la cabeza para que Shige besara su cuello, gimió necesitado cuando los dientes del moreno rozaron su piel en un suave mordisco. Aquello provocó que se aferrase fuerte a su amigo, sintiéndolo más cercano que nunca, derritiéndose cuando las manos de Kato bajaron a sus caderas para guiarle sus propios movimientos...

-Shige~ no podré… ¡aaah! aguantar... más…- cerró los ojos con fuerza, prácticamente se sentía acabar. –Shige...- le llamó de nuevo, moviendo sus caderas para buscar rozarse un poco más con la piel bajo la suya,

-Cállate...- le besó los labios, fastidiado porque Koyama no callase ni en un momento como ese.

Ya sabia lo que vendría... podía sentirlo en Koyama y en si mismo... aquella sensación de placer; tan intensa y tan diferente al hacerlo con otra persona... Koyama, estaba siendo su primera vez, como si le hubiera estado esperando todo ese tiempo... después de todo, él era esa persona que todos buscan ser “especial”.

Realmente, para Keiichiro también estaba siendo algo nuevo; algo totalmente distinto a estar con una mujer... y el simple hecho de estar enamorado de Shige desde hacia tanto tiempo, no le hizo dudar ni un solo segundo en entregarse a él.

-Shige~ te he dicho que... voy a...- tembló... todo su cuerpo se deshacía en esos leves temblores que se anticipaban al final.

-Ya lo se... solo... solo hazlo....- su respiración se volvió aun más agitada, ante la cual, el rubio sonrió sabiendo que Shige también acabaría.

Más besos y caricias. Esta vez Koyama conseguía alzar un poco sus caderas mientras Shige entraba profundo en él, intentando mantener un ritmo constante pero sin conseguirlo del todo. Aun así, ambos andaban sintiendo lo mismo; aquel escalofrío que dejaría un delicioso temblor placentero en sus cuerpos...

Y así fue; no pasaron demasiados segundos más hasta que Koyama comenzó a derramarse entre los vientres de ambos; gimiendo sobre los labios de Shige y enredando sus dedos en el cabello oscuro del más joven... compartiendo así aquel orgasmo con su mejor amigo cuando este se estremeció bajo su cuerpo llenándole de él, temblando levemente ante aquella fuerte sacudida que nublaba todos sus sentidos.

Un par de minutos en silencio; solo las respiraciones agitadas y los suaves jadeos que aun seguían... hasta que se miraron... besándose una vez más; sintiendo sus cuerpos bañados en sudor y aquel placer que aun les embriagaba.

-Eso ha sido...- susurró Koyama entre jadeos, sonriendo tontamente.

-Genial...- finalizó el más joven, cerrando los ojos y manteniendo aquella amplia sonrisa en sus labios.

Keiichiro sonrió tímidamente, pasando su dedo índice sobre la mejilla de Kato, haciéndole abrir los ojos.

-Kato-san...- susurró travieso, embobado con las mejillas rojas del más joven.

-¿Uhm? ¿Qué quieres?- le preguntó sabiendo que su amigo no callaría, recibiendo de nuevo aquella sonrisita casi infantil por parte de este. –Keii ¿qué quieres? No hagas el tonto.- le regañó divertido, llevando sus dedos al rostro del mayor para apartarle el cabello de la frente.

-Es que... me gustas mucho...- volvió a confesárselo, consiguiendo que Kato apartase la mirada avergonzado, sonriendo suavemente ante ese gesto por parte del más joven. –nee... ¿vamos a la ducha?-

-¿A la ducha?- Shige le miró confundido cuando Koyama cambió de tema tan drásticamente.

-Si... a la ducha... a refrescarnos un poco y a... limpiarnos...- sonrió tímidamente, haciéndole ver a Shige que ambos estaban sudando así como otros fluidos salpicaban sus cuerpos desnudos.

Un nuevo sonrojo por parte del más joven así como una suave risita nerviosa. Entendió el punto de Koyama, así que se movió un poco, saliendo de él bajo un suave gemido por parte de ambos.

–Hai, vamos a la ducha....- sonrió, aun así, seguía abrazando a Koyama...


***********************************

Tras unos 15 minutos, Shige salió de la ducha secándose el cabello, tan solo llevando sus pantalones puestos... así como una amplia sonrisa se dibujó en sus labios al ver a Koyama esperándole en la cama..

-Pensé que ya te habrías dormido.- Shige dejó la toalla a un lado, metiendose entre las sabanas junto a su amigo. –después de todo hiciste trampas y te colaste en la ducha primero ¿ne?- rió tontamente.

En ese momento, Kato era incapaz de actuar como una persona seria o algo así... más bien, se sentía como una adolescente que acaba de tener su primera vez con el chico más guapo del colegio.

-Te estaba esperando.- Koyama le devolvió la sonrisa, abrazándolo y acomodándolo sobre su pecho. –mmm... hueles muy bien... Kato-san.- susurró respirando el aroma que el cabello de Shige desprendía.

-No me huelas así, ¡pareces un hentai! Y no me llames “Kato-san” de esa forma, parece que te burlases de mi...- el más joven trató de mostrarse ofendido, pero solo pudo soltar una risita, la cual Koyama respondió de la misma forma. –nee Keii... ¿y ahora qué?- preguntó un poco serio, dejándose caer por completo sobre el torso del rubio.

-Pues... ¿a dormir?- la mirada de Shige le hizo entender que no bromeaba. –no lo se... supongo que... lo mantendremos en secreto.- suspiró y Kato quedó en silencio. –Shige~ ¿cuando comencé a gustarte de esta forma?- preguntó divertido, intentando desviar el tema.

-¿Desde cuando?- el más joven sonrió, sintiendo como sus mejillas se ponían aun más rojas. –desde que vi a Keii-chan por primera vez... ahí pensé “¿qué pasa con este chico? ¿De qué va? Es un completo baka…”-

-¿De verdad pensaste eso? ¿Que era baka?-

-Bueno... algo así…- Shige no pudo hacer más que reír ante la puchero en los labios del rubio. –también pensé que eras… una persona con la que me podría llevar bien.- aquello ya hizo sonreír a Koyama.

-Entonces te perdono lo de baka.- rió suavemente. –pero… ¿desde hace tanto tiempo que te gusto?- Koyama sonrió con cierta ternura hacia su amigo cuando este asintió. –entonces... aquella vez cuando te hice... “eso”... yo ya te gustaba ¿ne?- Kato volvió a asentir en respuesta.

-Ese día... me excité al verte en los vestuarios...- miró de reojo a Keiichiro, viendo la sonrisita boba que se había dibujado en los labios de este al decirle aquello. -¡Yo era muy joven! ¡mi cuerpo reaccionaba solo! Por eso huí al baño...- acabó confesándole aquello, sonrojándose.

Ese era el momento para seguir confesando cosas, para aclarar lo que ocurrió entre ambos aquel día en que solo eran unos junior’s... ese tema que no habían vuelto a tocar hasta su estancia en NY. Así que Koyama sonrió sutilmente.

-Y tu empezaste a gustarme justo ese día.- Shige le miró con sorpresa. -Cuando pude ver esa expresión placentera pero inocente en tu cara... ahí ya no quise detenerme.- le abrazó un poco más, sin querer soltarle... hacia mucho que deseaba tener a Shige de esa forma y por fin podía hacerlo. –esa vez, fue... la primera vez que tu...- miró su propia mano, recordando como entonces Shige se había derramado en ella.

-Hai... lo fue...- el más joven rió un poco, avergonzado… y tras un corto silencio, siguió hablando. –eres un hentai...- se giró a mirarle, poniendo una fingida mueca de enfado.

-Pero asi te gusto.- ambos se miraron ante la respuesta del rubio, acabando por reír tontamente. –eso es que Shige es más hentai que...- no pudo acabar; Kato le había callado con un beso.

Sonrió; al parecer aquella seria la forma con la que el moreno evitaría que hablase más de la cuenta. Un beso que se volvió atrevido… dando así paso a nuevas caricias que duraron toda la noche.

***********************************

A la mañana siguiente...

>El avión con destino a Tokio-Japon, esta a punto de efectuar su salida<

-¡Koyama date prisa o nos quedamos aquí!- le gritó mientras andaba a paso rápido por la terminal.

-Shige~ tengo mucho sueño no puedo correr mas~- protestó el mayor mientras intentaba seguir el paso del más joven.

-Es tu culpa, tu te empeñaste en seguir haciendo “eso” durante toda la noche, ¡así que ahora aguántate y corre!-

-Hai... hai...- miró a Shige con un puchero, dándose toda la prisa que su cuerpo cansado y algo dolorido le permitía darse.

Unos minutos más, y ambos consiguieron subir al avión, quedándose tranquilos cuando estuvieron sentados en sus respectivos lugares.

-Menos mal, pensé que no lo conseguiríamos.- una sonrisa de satisfacción se dibujó en el rostro de Kato. –¿Koyama me estas oyendo?- le miró, pero en ese momento, el rubio estaba en mitad de un largo bostezo. –Koyama no seas mal educado.- le dio un suave codazo en el costado, aguantando la risa.

-Te he oído... y ya te lo he dicho~ tengo mucho sueño.- refunfuñó en un tono de voz infantil, acurrucándose junto a Shige usándole de almohada.

-Sigue siendo tu culpa....- murmuró el más joven, volviendo la mirada a otro lado para ocultar su sonrojo de los ojos de Keiichiro.

Koyama tan solo sonrió; Shige era un verdadero encanto... y aun lo era más cuando hacia lo posible por no mostrar lo que realmente sentía por él.

-Shige~-

-¿Queeee...?- preguntó algo fastidiado, volviéndose a mirar a Koyama.

-Suki....- y alzándose un poquito, besó la mejilla del moreno, sonriendo al verle sonrojado una vez más.

¡Aquello le había pillado por sorpresa! ¿Koyama le había besado en la mejilla? ¿En el avión y delante de otras personas? ¡Aquello había sido bastante embarazoso! Tanto, que volvió a desviar la mirada. Aun así, se aclaró la voz para susurrar algo...

-Su... suki..- pronunció finalmente, acabando por sonreír cuando sintió a Koyama hacer lo mismo.

Aquel viaje, ciertamente les había dado una oportunidad después de 8 años; la de dar aquel primer paso como algo más que amigos.


FIN




Y hasta aqui este fic ^^ cuando lo volvi a leer recientemente, me di cuenta de que el lemon es algo pesado!  pero asi eran mis lemons antes.. laaaaaaaaaargo y muy explicativos ^^u  ahora me gusta mas escribir de una forma más fluida.. pero bueno, este fic me encanta y me lo pasé muy bien escribiendolo, asi que ahi queda, para las amantes de Koyashige y para todas las que quieran leer ^^ esperare algun comentario! ^^

Ah! se me olvidaba! siempre digo lo mismo.. mi intención cuandoe scribí el fic fue escribir tambien la escenita de lo que pasó cuando eran Juniors como un extra, pero nunca la escribí ^^u  espero animarme, porque esa escena sigue aun muy presente en mi cabeza ^^





El viaje que nos dió la oportunidad de dar el primer paso... (Parte 1)

Pues aqui un fic más, este fue mi primer Koyashige, lo escribí hace más de dos años, basandome en una entrevita que leí hace un tiempo tambien en la que hablaban sobre ese viaje, asi que varias cositas ocurrieron en realidad ^^ como eso de tener que compartir una cama de matrimonio.. bueno no cuento más, a leer  ^^  ah si, seran dos partes ^^



Autor: Saiikeiilove
Resumen: Koyama y Shige van de viaje a NY para hacer las fotos para el pamphlet del proximo butai de Koyama "Call" una vez alli les tocará compartir algo más que una habitación de hotel, lo que hará que los sentimientos salgan a la luz.
Pareja: Koyashige
Genero: comedia, Romantico
Advertencia: lemon


Parte 1




Ya había comenzado a hacer su equipaje...

Desde que Shige supo de aquel viaje que haría a New York junto a Koyama, no había podido dejar de pensar en aquellos días que ambos pasarían juntos; de nuevo de viaje como ya habían hecho más de una vez, solo que esta vez era un poco diferente...

Keiichiro lo había avisado casi de prisas unos días antes; diciéndole que quería ir a NY para realizar las fotos para libreto del que seria su próximo butai “Call”. Claro que esas fotos no podía hacerlas otro más que Kato...

Todo estaba bien hasta ahí... justo hasta que su buen amigo se había vuelto medio loco buscando alojamiento en algún hotel de aquella ciudad, siendo el único que encontró, una habitación de matrimonio con una sola cama que tendrían que compartir.

Aquello ponía a Shige un tanto nervioso... ¡esa seria la primera vez que dormirían juntos! Incluso aquella vez durante uno de los tour de News, Koyama no quiso compartir aquella enorme cama con él... claro que el castigo del rubio fue tener que usar la camita supletoria que tenían en la habitación... ¿qué mal podía haberle hecho a Koyama dormir con su mejor amigo? ¡No se lo iba a comer! Al menos no literalmente...

Acabó de hacer su maleta, y con una amplia sonrisa, fue directo a preparar su mejor cámara de fotos.

****************************

Las 11am y Koyama entraba por las puertas del aeropuerto de Narita.

Ni siquiera se quitó las gafas de sol; solo siguió escuchando su reproductor de música mientras se acomodaba todo lo que podía en aquellos incómodos sillones. Shige debía estar al llegar...

Estaba tan distraído jugando con los anillos de sus dedos que solo se dio cuenta de la presencia de su mejor amigo cuando reconoció los zapatos de este bajo su mirada.

Sonrió y fue poco a poco alzando la mirada hasta encontrarse con el rostro de Shige, sonriéndole esta vez ampliamente.

-Shige, por fin llegas, llevo un buen rato esperándote, eres un lento.- protestó fingidamente; quería hacerlo enfadar un poco.

-Y tu un mentiroso. Acabo de verte entrar.- sonrió triunfante, le había pillado la mentira. -pero ibas tan metido en tu mundo que ni me has oído llamarte.- Shige se sentó junto al rubio, dejando la maleta a sus pies.

-Podías haberme llamado más fuerte, como si fueras una fan histérica.- rió divertido.

-Si, y entonces ahora mismo estaríamos rodeados de chicas dispuestas a hacer este viaje con nosotros....-

-Exageras mucho Kato-san.- ambos rieron, bromeando un poco más a cuenta de lo histéricas que podían llegar a ser las fans…

Tras mirar de nuevo la hora, fueron a facturar su equipaje. El avión saldría de un momento a otro y aun quedaba un viaje de varias horas hasta llegar a su destino.

*******************************

Tras varias horas de viaje y el cambio horario, llegaron al hotel donde se hospedarían. La habitación era bastante amplia, bonitas vistas, aunque con una sola cama...

Prefirieron no darle mayor importancia a eso, y tras dejar allí sus maletas, salieron del hotel para pasar su primer día en NY.

-¡Al Central Park!- gritó Koyama nada más salir a la calle.

-Hai, hai.- Shige abrió el mapa. –ahora mismo estamos aquí.- señaló un punto en el mapa; concretamente la situación del hotel. –así que para llegar al Central Park tenemos que seguir esa dirección.- le explicó al rubio, pero cuando se dio cuenta, este ya estaba preguntándole a alguien.

-“Zankiu”- agradeció a la mujer y acudió de nuevo a Shige. –esa mujer ha indicado por allí.- el rubio señaló justo la dirección donde su amigo había señalado anteriormente.

-¿No me digas?- preguntó con cierta burla... aun así, era asombroso que nada más llegar y sin apenas idea de ingles, Koyama ya estuviera preguntando a la gente.

Ambos se dirigieron al primer punto a visitar; el Central Parck. Unas horas allí, y decidieron ir cada uno por su lado; Kato deseaba ver el museo Moma, mientras Koyama, prefería quedarse en aquel mismo lugar tomando té en alguna cafetería.

Tras varias horas, el punto de encuentro acordado entre ambos seria la famosa Tiffany’s... el único problema era que estaba mucho más lejos de lo que habían pensado en un principio..

-//Tiffany’s está más lejos de lo que pensaba, mejor vente en taxi//-

Koyama leyó aquel mensaje que Shige la acaba de enviar. Así que estaba más lejos de lo esperado... aquello realmente no le importó. El día estaba demasiado bueno y Keiichiro se sentía realmente excitado por estar en NY... así que prefirió ir andando por muy lejos que estuviera el lugar.

-Demasiado lejos...- tomó aire cuando consiguió llegar después de no sabia cuanto tiempo caminando.

Miró el escaparate de tan famosa joyería, podría entrar... pero estaba demasiado cansado. Un nuevo mensaje… al parecer Shige se encontraba lejos aun, tardaría.

-//Kato-san me vuelvo al hotel, estaba más lejos de lo esperado, ¡te veo allí!//- tras enviarlo, solo se le ocurrió pedir un taxi e ir directamente al hotel.

********************************

-Este Koyama...- Kato guardó el móvil tras ver el mensaje.

Suspiró resignado y se dio media vuelta dispuesto a pedir un taxi para llegar al hotel y encontrarse allí con el baka de su amigo.

Se bajó justo en la puerta del hotel. Había anochecido y realmente estaba cansado por tanto andar todas aquellas avenidas que en el mapa parecían mucho más cercanas.

-Tadaima...- anunció al llegar, cerrando la puerta tras de si.

-Okaeri.- el rubio sonrió ampliamente mientras acomodaba sus cosas en el armario. –¿te has divertido? ¿Que tal el Mamo?-

-Es Moma, no Mamo.- le corrigió yendo a sentarse en el sofá. –bien, ha sido muy interesante, lastima que no vinieras Keii.-

-Creo que me he divertido más mientras tomaba café escuchando a Madonna y viendo pasar a chicas bonitas.- el rubio dejó escapar una risita que fue acompañada por una sonrisa por parte de su amigo.

-Seguro que tu día fue más interesante que el mío...- comentó con cierto tono irónico. –pero ahora lo que realmente quiero es dormir.- dormir.. Shige cayó en algo y se levantó casi de un salto. –no conseguiste que cambiaran la habitación a una con dos camas ¿ne?- el rubio solo negó en respuesta.

Ambos se habían quedado de pie como tontos frente a la cama; mirándola... seguramente pensando la misma cosa...

-¿De verdad tenemos que dormir juntos?- preguntó finalmente Koyama sin siquiera mirar a Shige.

-Hai...- respondió el más joven. –me pido el lado derecho.- fue a dejar sus cosas a ese lado pero Koyama lo detuvo.

-¿Donde vas tan deprisa?- lo sujetó de la camiseta, impidiendo que Kato se moviera. –nadie ha dicho que vayamos a compartir la cama.- le dijo serio, Shige suspiró en respuesta.

-Koyama, ¿quieres explicarme que tiene de malo que durmamos en la misma cama? ¡Hace años que nos conocemos!- no le veía la lógica a esa negación por compartir la cama con él... –no voy a comerte, por si eso es lo que te asusta.- aquello ya comenzaba a molestarle.

-Ya lo se... pero no quiero despertarme cuando este encima tuya abrazándote.- el rubio se sonrojó un poco; ya le había dicho a Shige más de una vez que se movía mucho durmiendo y tendía a abrazar todo lo que se le pusiera por delante.

-¿Y?- Shige alzó una ceja, ¿que tenia de malo? ¿O es que a caso Koyama se lo iba a comer a él?

-¿Como que “y”?- ahora estaba sorprendido.. Shige se lo estaba tomando todo demasiado tranquilo. –¡seria muy embarazoso despertar con mi cara pegada a la tuya!- Keiichiro se cubrió el rostro con ambas manos en un gesto dramático, avergonzado incluso. -¿Que tal si nuestros labios se rozan?- preguntó mirando a su amigo de reojo, acabando por fruncir el ceño ante aquella posibilidad.

Shige se sonrojó con aquel estúpido comentario. ¿Por qué iban a unirse sus labios? Vale que Koyama se moviera en la cama, ¡eso ya lo sabia! ¡También sabia que roncaba! Pero ni mucho menos tenía que ocurrir eso que él estaba diciendo.

-Esta bien...- suspiró cansado, viendo como el rubio sonreía. –si no quieres dormir conmigo, entonces apáñatelas como puedas, yo me voy a la cama.- le dijo enfadado, ya le había tocado las narices con el dichoso miedo a compartir una simple cama.

-Shige-chan~- lloriqueó cuando su amigo lo ignoró yendo directo a ponerse el pijama.

-Ya te lo he dicho Koyama.- se volvió a mirarlo. –o te dejas de tonterías y duermes en esta enorme cama conmigo, o te vas al sofá... ya te lo hice una vez, seria capaz de hacerlo una segunda.- le advirtió... aunque la vez pasada, el rubio había podido dormir en una cama supletoria y no en el sofá... –tu eliges.- el más joven siguió poniéndose el pijama.

Kato sonrió sutilmente cuando sintió como el otro lado de la cama se hundía y el suyo se levantaba un poquito. Miró a Koyama; se había sentado en el lado izquierdo y ahora también andaba desnudándose... rápidamente apartó la mirada ligeramente sonrojado.

-Etto.. dormiremos juntos.- susurró el mayor de ambos mientras dejaba su torso al descubierto. –¡voy a la ducha antes de dormir!- se levantó de la cama, y rápidamente se metió al baño.

Shige suspiró; quizás realmente no era tan buena idea dormir en la misma cama con Koyama... aunque una tonta sonrisita se había dibujado en sus labios.


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Salió de la ducha secándose el cabello con una toalla. Media hora dejando que le agua recorriera todo su cuerpo y ahora se sentía como nuevo.

-Ya he acabado, Shige vas a...- se detuvo en seco y sus ojitos se iluminaron al ver comida en la habitación. –¡wooooooo! ¿Y todo esto?- rápidamente se acercó a la mesita junto al sofá, mirando todo lo que tenían aquellas dos bandejas.

-Hemos caminado mucho hoy, así que he pensado que tu también tendrías hambre.- Shige sonrió ampliamente. –por eso he pedido que nos traigan la cena.-

-¡Suuuuuugeeeeeeee!- dejó caer la toalla sobre sus hombros desnudos y se sentó junto a su amigo. –¡ittadakimasu!-

-Ittadakimasu.- ambos comenzaron a comer.

-¡Esta delicioso! No se lo que es pero esta delicioso.- el mayor de ambos seguía comiendo un poco de todo hasta que se detuvo para mirar seriamente a Kato. –no habrás puesto la cuenta a mi nombre ¿ne?- se acercó al más joven y este solo sonrió.

-Está a nombre de la habitación, ósea, si, está a tu nombre.- Shige siguió comiendo, riendo al ver que en ese momento a su amigo parecía habérsele quitado las ganas de seguir degustando aquella suculenta cena. –pero no te preocupes por eso, lo pagaremos a medias.- en un gesto despreocupado le dio un par de golpecitos en el hombro.

En un rato acabaron de cenar; el servicio de habitaciones había retirado las bandejas y ahora ambos estaban llenos y relajados.

-Hora de dormir, ¿no crees?- el más joven de ambos se volvió a mirar a Koyama; este parecía nervioso por algo. –¿Keii?- lo llamó, captando finalmente la atención del rubio.

-Hai, hora de dormir.- sonrió lo más ampliamente que pudo, pero antes de meterse entre las sabanas, echó un nuevo vistazo a la cama. –Shige-chan... ¿crees que será buena idea que... durmamos juntos?- lo miró de reojo mientras golpeaba sus deditos índice entre si.

-Ya esta bien Koyama, déjate de tonterías y ven a la cama.- Kato dio un par de palmadas a la cama; él ya estaba dentro.

Keiichiro suspiró, tomó una profunda bocanada de aire y destapó su lado de la cama consiguiendo al menos sentarse en ella. Mientras tanto, Shige solo lo miraba un poco fastidiado… ¿por qué demonios actuaba así de baka? ¿Por qué no quería dormir precisamente con él? Sonrió cuando su amigo consiguió meterse en la cama; tapándose casi hasta las orejas y quedándose totalmente estático, tenso.

-Nee... ¿vas a dormir sin moverte?- le preguntó con una risita burlona, pero enseguida se sonrojó cuando Koyama volvió la cara hacia él, mirándole.

Se estaban mirando de cerca, en aquella cama... por un momento Kato sintió como el corazón se le aceleraba un poquito.

-¿No es raro?- preguntó sin dejar de mirar a Shige, provocando como respuesta una expresión de confusión por parte del más joven. –es raro que nos veamos cara a cara estando en la cama.- rápidamente se cubrió el rostro con las sabanas, evitando así el contacto visual entre ambos.

-Hai... es raro...- susurró Kato, siendo él esta vez quien apartó la mirada.

El más joven miró de nuevo a su amigo; ahora sus rasgados ojitos se dejaban ver sobre las sabanas. Koyama tenia razón; seria raro e incluso un poco incomodo dormir así toda la noche, y ciertamente no había necesidad de ello. Estuvo a punto de levantarse e irse al sofá, cuando Koyama de un salto se levantó, colocando varias almohadas entre los rostros de ambos.

-¿Qué haces?- le preguntó incorporándose para mirarlo.

-De esta forma no nos veremos directamente y no será tan raro ¿ne?- el rubio sonrió tan infantil que Shige solo pudo devolverle la sonrisa. –ahora si podemos dormir juntos.- le guiñó un ojo a su mejor amigo, y entonces si se acomodó en su lado de la cama.

Shige no dijo nada, pero aquella quizás si había sido buena idea... que la almohada durase o no, eso ya era tema aparte. Por lo pronto se acomodó, boca arriba, mirando al techo... y antes de que Koyama pudiera dormirse le habló.

-Koyama... ¿no quieres dormir conmigo por lo que pasó cuando éramos Juniors?- silencio... eso apuntaba un “si”. –no te preocupes por eso, eran cosas de crios y no hay que darle mayor importancia.- Kato se giró al lado contrario, tapándose bien e intentado no pensar en aquello.

Sintió a Shige moverse, seguramente acurrucarse. Koyama suspiró pesadamente. Así que a Shige tampoco se le había olvidado aquello ¿no? Su amigo tenia razón; no había que darle mayor importancia... aquello fue algo que ocurrió cuando eran apenas unos crios. Pero... en realidad, para él si que había tenido importancia. Cerró los ojos y acabó quedándose dormido.

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Un nuevo día había amanecido, y ya desde temprano, Koyama andaba despierto arreglándose, completamente dispuesto a seguir visitando NY.

-Shige ya es hora de que te levantes, hay mucho por hacer hoy.- le dijo parándose justo frente al moreno y destapándolo un poco.

Kato solo farfulló algo entre dientes y se dio media vuelta en la cama, ocultándose de su amigo que había comenzado a zarandearlo repitiendo su nombre una y otra vez.

-¿Quieres dejar de hacer eso?- protestó optando finalmente por incorporarse.

Bostezó, se restregó los ojos suavemente y enfocó su mirada en aquel chico rubio que se hacia llamar su mejor amigo y que no dejaba de darle lata para que se levantase de una buena vez.

-Ya pensaba que tendría que buscar otra forma de despertarte.- sonrió ampliamente el mayor de ambos, de una forma casi traviesa.

Ante aquella sonrisa, Shige no pudo evitar sonrojarse y desviar la mirada a otro lugar con cierto disimulo. Al menos habían conseguido sobrevivir a esa noche con almohadas de por medio y sin contratiempo alguno.

-¿Shige? ¡Shigeeeeeeeee!- Koyama lo llamó pasando una mano antes sus ojos cuando el menor se mostró distraído.

-¡Koyama no hagas eso! ¡Me has asustado!-

-Es para que espabiles, aun andas dormido creo.- el mayor siguió arreglándose, esta vez un poco el cabello mientras se miraba al espejo del armario.

-Ya voy, pesado...- Kato suspiró pesadamente y acabó por levantarse.

Se estiró bien y miró a Koyama un momento. Su amigo parecía lleno de energía desde tan temprano... claro que no era para menos; estaban en New York y ese día comenzarían con las fotos para el panfleto de su butai.

Un buen desayuno estilo americano, un plano de la ciudad, la mejor de las cámaras fotográficas de Kato-san, y a recorrer NY...

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-¿Las tienes ya?- demasiado impaciente... y una nueva mirada de advertencia por parte del más joven hacia él.

-Koyama te he dicho que le quedan dos minutos.- suspiró, volviendo de nuevo la mirada a la pantalla del ordenador portátil.

Se les había hecho de noche, y tras cenar, habían vuelto al hotel. Un día bastante aprovechado entre comida, visita a algunos lugares y sesión fotográfica.

Ahora Shige se dedicaba a pasar al portátil las fotos que había conseguido hacer ese día... mientras, un impaciente Koyama no dejaba de hablar sobre como habrían quedado.

-Seguro que son geniales, eres el mejor haciendo fotos Shige, y yo soy un genial modelo.- se rió divertido, arrancando una amplia sonrisa por parte del moreno.

-Cierto, no podría tener mejor modelo que tu.- lo admitió y sus miradas se cruzaron.

Por un momento el ambiente se sintió algo incomodo, diferente... ese cruce de miradas había sido quizás demasiado especial para un par de amigos.

-¿Están ya?- preguntó Keiichiro en un tono de voz calmado, volviendo la mirada al ordenador.

-Si, parece que ya están.- Kato hizo exactamente lo mismo, ocultando así el hecho de que se había exaltado ante la cercanía del rubio cuando este se inclinó un poco sobre él.

Aquello le venia pasando desde hacia tiempo. Siempre tan unidos; saliendo juntos, viajando juntos, trabajando juntos… siempre tan cercanos como amigos. Eso eran; solo amigos. Kato sonrió con cierta ironía bajo aquel sentimiento que mantenía oculto... pero el grito del mayor lo sacó de sus pensamientos.

-¡¡Sugeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee Kato-san!!- gritó al ver la primera foto.

-Espera, veamos las demás.- Shige sonrió y comenzó a pasar las fotos, riendo con la actitud infantilmente emocionada del rubio. –¿qué dices? ¿te gustan?- le peguntó en parte satisfecho por su trabajo, pero era Koyama quien debía decidir que fotos quería usar.

-¿Estas de broma? ¡Son geniales! No sabré cuales escoger.- llevó su mano al ratón, rozando accidentalmente la de Shige.

El más joven simplemente se sonrojó al sentir como Koyama casi recargaba su peso en él; una mano del mayor en su hombro, y la otra manejaba la flechita que pasaba las fotos de nuevo. Comenzó a sentirse algo nervioso cuando cayó en la cuenta de que se había quedado embobado mirando a Koyama.

-Vamos Keii, aun tenemos muchas fotos que hacer.- se levantó, tomando aire; necesitaba un poco de espacio entre ambos. –cuando haga el resto decidiremos cuales usar.- comenzó a quitarse la camiseta, los pantalones incluso... –iré a la ducha, estoy cansado y quiero dormir.- le dijo mientras caminaba hacia el baño.

-¿Ah dormir? ¿Ya?- dejó de jugar con el ordenador y su mirada se centró en Shige, quizás demasiado cuando recorrió la espalda de su mejor amigo. –ok... a dormir... será lo mejor.- apartó la mirada, realmente mirándole esta vez de reojo.

Cuando Shige se metió al baño, Koyama simplemente fue a tumbarse en la cama. Su mirada perdida en el techo y ambas manos sobre su vientre. ¿Qué demonios le estaba pasando? Creía que tenía controlado esos sentimientos, que podría seguir guardándoselos para él solo y seguir tratando a Shige como siempre lo había hecho. Pero últimamente era difícil estar cerca de él sin querer un poco más de contacto, sin pensar en la posibilidad de un beso.

Se sonrojó y cubrió su rostro con ambas manos solo con ese pensamiento. Llevaba años queriendo a Shige de esa forma; enamorado de él... ¡y el muy baka ni se daba cuenta! Claro que el mismo Keiichiro se empeñaba en no hacerle demasiado caso a ese sentimiento... y mucho menos dejárselo ver a su amigo.

Simplemente se quedó allí pensando, quedándose dormido... lo supo cuando al abrir los ojos, tenia el rostro de Shige algo cercano al suyo, llamándolo, dejándole ver esos labios que se moría por probar una vez más; como cuando eran crios y “aquello” ocurrió entre ambos.

-Keii despierta.- lo llamó una vez más, parecía como si al rubio le costara despertar.

En un momento, sus rostros demasiado cercanos... ambos sonrojados y aquella cercanía rota cuando de un salto, el mayor de ambos quedó sentado en la cama.

-¿Estas bien?- Kato lo miró extrañado ¿por qué había saltado así? ¿una pesadilla?

-Hai... gomen ne Shige-chan, me quedé dormido.- sonrió suavemente mientras se revolvía el cabello despeinándolo un poco más de lo que ya estaba.

-Eso ya lo veo.- el moreno comenzó a apilar las almohadas entre ambos; sería la segunda noche durmiendo juntos.

-¿Vamos... a dormir juntos también esta noche?- ante la pregunta, Kato lo miró confundido.

-¿A ti qué te parece?- le preguntó bajo una risita, la respuesta era obvia.

-Que si...-

-¿Entonces para que preguntas?- acabó de acomodar las almohadas y se metió entre las sabanas.

Keiichiro no respondió, solo fue a cambiarse de ropa; algo cómodo para dormir como siempre solía usar. Suspiró pesadamente y se metió a su lado de la cama.

-Oyasumi Shige-chan.-

-Oyasumi...-

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Los días en NY habían ido pasando. Salidas por la cuidad, comidas en distintos lugares así como en los numerosos puestos ambulantes... la típica coronita de la estatua de la libertad sobre sus cabezas y la sesión de fotos aparentemente finalizada.

Habían sido en total seis días bastante intensos, divertidos y cansados. Pero había merecido la pena. Así como las cuatro noches que habían compartido no solo habitación; si no también cama...

Esa misma mañana habían amanecido prácticamente abrazados; más bien había sido Koyama quien salteando las almohadas, había logrado hacerse un hueco junto a Shige, acorralándolo justo al borde de la cama y evitando así que el más joven pudiera moverse.

Algún que otro encuentro entre sus pies en noches anteriores, descubrimientos como que Shige hablaba en sueños o daba pequeños saltitos como cada dos horas... aparte de que evidentemente como ya el moreno sabia, Koyama se pasaba la noche roncando. Aun así, no había ido del todo mal.

Y entonces, tras un día realmente agotador, habían vuelto al hotel a pasar la ultima de las noches antes de volver a Japón al día siguiente.

-Me siento pesado...- lloriqueó el rubio tumbado boca arriba en la cama.

-Eso te pasa por comer tanta pizza.- Shige guardó la cámara tras pasar las ultimas fotos al ordenador. –Koyama ven a ver esto, ya están todas.- sonrió mientras seleccionaba la carpeta donde estaban las fotos.

-Voy...- con desgana consiguió incorporarse; al menos Shige estaba sentado a su lado en la cama... no tendría que ir muy lejos.

-Deja de quejarte, pareces una nena.- bromeó el más joven ante la mirada lastimera de su mejor amigo. –mira...- giró el portátil hacia Keiichiro; las fotos comenzaron a pasar desde la primera hasta la ultima. –¿qué te parecen?-

-Geniales.- le dijo serio, sin apartar la mirada de las fotos, apoyando su cabeza sobre el hombro del moreno.

Shige lo miró de reojo ¿tan mal se sentía? ¡Es que el muy baka había comido porciones de pizza a cada momento!

-Nee Keii, ¿tan mal te sientes?- le preguntó a la vez que tocaba su frente por si tenia fiebre; pero estaba fresquita.

-No, pero se está bien así.- Koyama sonrió, dedicando una mirada traviesa a su amigo.

Shige suspiró resignado quedándose allí, en aquella postura, mientras seguían mirando las fotos.

-Me gusta ésta, la incluiremos en el panfleto.- señaló una de las fotos en la que Koyama aparecía en mitad de la carretera. –quedará genial si le doy algunas tonalidades sepia.-

-A mi me gusta esta.- el mayor puso un dedo sobre la pantalla, señalando una en la que salía con aquella corona de estatua de la libertad.

-¿Esa? Pero hay fotos mejores.-

-Yo quiero esa.-

-Tu ganas.- ante la derrota de su amigo y su propia victoria, Koyama sonrió.

Se mantuvieron en silencio un rato, mirando de nuevo las fotos... ambos se sentían bien con aquella cercanía; era agradable... lo fue hasta que Koyama rompió el silencio.

-Nee Shige... me gustan los chicos.- ante aquella importante e inesperada confesión, Kato no pudo evitar mirarlo con sorpresa. –¿no vas a decir nada?- preguntó ante el silencio por parte del mas joven.

-Ah... debería decir... ¿me alegro?- si, quizás en el fondo realmente si se alegraba, pero aquello era tan inesperado...

¿A Koyama le gustaban los chicos? ¿Pero desde cuando? Ah si… quizás desde aquel día... pero él había dicho “los chicos”, en general... no había dicho “me gustas tu”.

-¿Te alegras?- sin dejar de apoyar la cabeza en el hombro del más joven, el rubio alzó la mirada.

-Yo... ¡no he dicho que me alegre! ¡He preguntado si debería decir eso!- se defendió notablemente ruborizado.

Kato había comenzado a ponerse nervioso, tanto que se levantó haciendo que Keiichiro cayera tumbado hacia su lado de la cama.

El rubio se empezó a reír cuando lo vio sonrojado, nervioso e incluso confundido. ¿Shige se sentía incomodo si le confesaba algo así? Koyama se puso de rodillas en la cama y se acercó a Shige, abrazándolo desde atrás.

-Es broma.- le susurró al oído con cierto tono travieso.

-¿Broma?- Kato lo miró, y como respuesta, el mayor tan solo asintió con una sonría. –KOYAMAAAAAAAAAAAAA!- ¡iba a matarlo! ¡Esas bromas no se gastaban así! –deja de bromear con cosas así.- le regañó rompiendo el abrazo, tomando sus cosas y yendo hacia la puerta.

-¿Donde vas?-

-A que me den un masaje.- salió de la habitación un poco cabreado.

Koyama suspiró. Así que esa había sido la reacción de Shige ¿no? Solo un “¿debería alegrarme?” eso quería decir que no sentía lo mismo que él. Siendo así, no podría nunca decirle abiertamente que estaba enamorado de él desde crios.

Suspiró pesadamente una vez más, acabando por tumbarse en la cama mirando al techo...

 

Continuará...


Bueno, como este fic es antiguo y no tiene caso que haga esperar para la segunda parte, iré a subirla ahora ^^u  se de alguien que se va a alegrar mucho~~ y yo más cuando lea sus comentarios XD  poco a poco voy subiendo por fin todos mis fics a este blog ^^