domingo, 25 de mayo de 2014

Yakusoku "promesa" (Extra) Koyashige

YAKUSOKU "PROMESA" - Extra (Koyashige)

Autor: Saiikeiilove
Resumen: como de un pequeño desastre puede surgir algo más... 
Pareja: Koyashige
Genero: Romantico 
Avertencia: ninguna



-¡No me puedo creer que se te haya olvidado comprar las verduras!- refunfuñó Shige mirando a su novio con quien ahora compartía apartamento. 

-¡Lo siento! ¡estaba tan emocionado con que Massu y Tegoshi iban a venir que se me olvidó!- se disculpó Koyama rescandose la nuca tontamente. 

-Está bien, iré un momento a comprarlas, y entonces preparar la cena.- suspiró resignado, y cogiendo sus cosas se dirigió hacia la puerta.

-¡Te acompaño!- Massu salió tras él, después de que Shige cocinaría para ellos, ¿que menos que acompañarle y ponerse un poco al dia?

-Bien, nos hemos quedado solos.- sonrió traviesamente Yuya, una sonrisa que hizo que un escalofrío recorriera la espalda del mayor. -¿no vas a enseñarme el resto de la casa? solo he visto la habitación donde Massu y yo nos quedaremos.- sonrió ampliamente, y Koyama enseguida hizo los honores de anfitrión comenzando a mostrarle todo.

5 minutos más tarde y el apartamento ya estaba visto.. pero la ultima visita fue un pequeño cuarto donde Shige tenia todos sus trabajos de fotografía.

-No toques nada ¿vale?- le advirtió mientras Yuya lo miraba todo impresionado.

Koyama igualmente lo miraba todo; era increíble el trabajo de Shige... a él aun le quedaba un largo camino por recorrer, pero poco a poco lo iba consiguiendo. Algo llamó su atención, unas fotos... las cogió y comenzó a verlas.. si, las recordaba.. y con ellas recordó aquel primer encuentro...

 Aquel dia había acabado de trabajar en una sesión de fotos para una revista; su primer trabajo importante como fotógrafo. Estaba feliz, sentia que su carrera podía avanzar a pasos agigantados a partir de ese momento, y para celebrarlo, esa misma tarde tras el trabajo, había gastado sus ahorros en una nueva cámara mucho más buena y moderna que aquella que tenia. 

Sonreía tontamente mientras caminaba por la calle, estaba deseando tomar fotos con esa cámara.. ¡de cualquier cosa estaría bien! solo tenia que empezar a ajustarla y hacerse con ella.

Ya de camino a casa y bien entrada la noche, se detuvo frente al  restaurante de ramen por donde solia pasar casi todos los dias.. pero lo cierto es que jamas había entrado en ese lugar. Lo dudó un momento, y tras pensar en el delicioso ramen que podría tomar esa noche antes de volver a casa, decidió entrar.

-Buenas noches.- saludó viendo un poco el lugar; había gente, pero no demasiada.. 

Se acercó a la barra y tomó asiento alli mismo... ¡olía realmente bien! y el lugar se veía muy limpio y acogedor, aunque era algo pequeño.. 

-Buenas noches, ¿qué vas a tomar?- le preguntó sonriente un chico alto, de cabello castaño, y a decir verdad, bastante guapo.

Por un momento Kato se quedó mirándole embobado.. aquella amable sonrisa y los pequeños y rasgados ojos del muchacho le llamaron la atención.

-Eh.. tomaré una cerveza y.. ¿qué me aconsejas?- le preguntó algo nervioso, ¿por qué tenia que pedirle consejo? ¡podia escoger él mismo mirando la carta!

-En ese caso, déjame sorprenderte.- le sonrió de nuevo, y dejando a Shige, el muchacho fue a por su pedido.

Kato le seguia mirando, pero cuando se dio cuenta de eso, desvió la mirada saliendo de sus pensamientos.. en ese momento había algo más importante que ver; su nueva cámara de fotos.

El muchacho le sirvió la bebida, y aunque Shige le miró de reojo, siguió sacando la nueva cámara. Comenzó a ajustarla, a ver las funciones.. realmente no podía esconder una satisfecha sonrisa en su rostro.. 

-Es genial..- murmuró para si mismo, y justo entonces, le sirvieron su cena. 

-¿Tan genial te parece el ramen? ¡gracias!- Kato miró al muchacho con cierta confusión al oirle decir eso..

-No hablaba del ramen, si no de la camara.- le corrigió volviendo su mirada al aparato.

Koyama le miró sin entender.. ¿qué tenia de importante? solo era una camara de fotos ¿no? ¿por qué era tan genial? se recargó sobre la barra y se quedó observando a Shige. 

-¿No vas a probar el ramen? es la especialidad de la casa.- le recordó que tenia servida su cena, y si esperaba más, los fideos ya no estarían tan deliciosos. 

-Si, ya voy...- soltó la cámara a un lado, separó los palillos, y cuando estuvo dispuesto a comer, notó aun la mirada de Keiichiro. -oye, ¿siempre te quedas mirando asi a los clientes? es incomodo comer si alguien te observa de ese modo, ¿sabes?-  le dijo algo molesto.. ¿qué pasaba con ese chico? 

-¡Ah! ¡lo siento! es que me  preguntaba que tiene de genial esa cámara de fotos..- se incorporó y sonrió algo avergonzado por su actitud.

-¿Qué tiene de especial? es una cámara super cara, tiene muchas funciones, y me vendrá genial para mi trabajo.- sonrió finalmente volviendo a mirar la camara. 

-¿Asi que eres fotógrafo?- ahora entendía por qué a ese chico le parecía tan genial una simple cámara de fotos.. 

-Lo soy.- respondió orgulloso.

-¡Genial! igual algún dia podrías sacarme alguna foto, a menudo me dicen que serviría para ser modelo.- presumió dándole a su cliente con una sonrisa demasiado sensual. 

Shige le miró sin poder creerlo.. ¿de donde habia salido ese chico? se lo tenia demasiado creido ¿no? ademas, él nunca había fotografiado a un chico modelo.. ¡ese no era su estilo!

-Olvídalo.- le ignoró, pero cuando probó el ramen, volvió a mirar a Koyama. -¡esto está delicioso!- 

-Te lo dije, es la especialidad de la casa ¿a qué ya no es tan genial tu cámara ahora?- le guiñó un ojo haciendo sonreir a Kato, pero sin saber como, derramó la cerveza de Shige sobre la cámara... 

-¡Nooooooooooooooo!- gritó levantándose de un salto, haciendo que todo el restaurante se girase a mirarle. -¿qué has hecho? ¡¡mi camara!!- la cogió y comenzó a secarla enseguida, rezando porque no se hubiera estropeado.

-¡Lo siento mucho! que desastre...- Koyama corrió a por algo para secarla, pero cuando se lo entregó a Shige, este le miró como si fuera a asesinarle.. -de verdad.. lo siento...- murmuró echándose atras ante aquella mirada.. -¿se ha.. roto?- preguntó con miedo, sin perderse aquel suspiro que escapó de los labios de Shige.. 

-Se ha mojado.. no funciona.. ¡y no lo cubre la garantia! acababa de comprarla..- realmente quiso llorar, ¡ese estúpido muchacho lo habia estropeado todo!

-¡¡¡Yo te la pagaré!!!- le dijo Koyama decidido, golpeando sus manos sobre la barra y atrayendo la mirada de Shige. 

-¿Estas loco? ¿sabes lo que cuesta esta cámara?- 

-¡Da igual! ¡yo te la pagaré!- insistió.

Kato se quedó mirándole, y sin decirle más, sacó de su bolsillo el recibo de lo que había pagado por la cámara y se lo puso por delante a Koyama. 

-Entonces ahi tienes, eso es lo que cuesta esta cámara.- 

-Son.. dos meses de mi sueldo...- por un momento sintió que se mareaba, pero había sido su culpa, y esa cámara parecía muy importante para ese muchacho. -da igual.. ¡te la pagaré! ¡ha sido mi culpa! ¡asi que asumiré la responsabilidad!- aquello sorprendió a Kato. -ademas.. déjame que te invite a cenar aqui cada noche.. es lo menos que puedo hacer por haberte estropeado la cámara.- agachó la cabeza, y ante esa actitud, Shige se relajó un poco.

-No es necesario.. pero aqui tienes mi tarjeta, llámame cuando reúnas el dinero.- le extendió su tarjeta de presentación, y dándose prisa en cenar, recogió sus cosas y se marchó de alli pagando igualmente su cena.. 

-De verdad.. lo siento...- murmuró Koyama viendo como ese muchacho salia del restaurante.. -Kato Shigeaki.. asi que.. ¿¿Shige??- murmuró tras leer su nombre. 

*************************** 

No podia ser.. habian pasado 4 dias y el disgusto de su nueva camara aun no se le iba. No tenia ni idea de si ese muchacho realmente se la iba a pagar.. seguramente no, era demasiado cara.. asi que tendría que seguir apañándose con su vieja cámara de fotos..

-No está tan mal, ¿no?- murmuró tras hacer aquella ultima foto.

Acabó el trabajo, volvia tarde a casa y tendria que ponerse a cocinar.. pero entonces pasó de nuevo frente a aquel restaurante. Por un momento frunció el ceño pensando que ese dia jamas debió entrar, pero por otro lado, algo le empujó a hacerlo de nuevo.. 

-Bienvenido.- sonrió Koyama ampliamente, pero al darse cuenta de quien se trataba, volvió a disculparse. -¡siento mucho lo del otro dia! pensaba que no vendrías más por aqui.- hizo una reverencia, y Kato solo se acercó a la barra. 

-¿No hagas eso quieres? solo.. es que quería saber como iba el asunto de mi cámara..- no era cierto, por algún motivo quería ver de nuevo a ese muchacho. 

-Bueno.. estoy reuniendo el dinero.. va algo lento pero no se me ha olvidado..- comenzó a cocinar delante de Shige, y cuando lo tuvo listo, le puso el plato en la barra. -aqui tienes, te dije que te invitaría a cenar cada noche ¿no? has tardado 4 dias en decidirte a venir y aceptar.-  sonrió tratando de aliviar la tensión, la camara se la pagaría si o si!

-No es necesario que me invites, ya te lo dije..- Shige desvió la mirada algo incomodo, pero Koyama solo dejó el tema de lado..

-Koyama Keiichiro.- Kato le miró... ¿ese chico se estaba presentando? -no sabias mi nombre, pero ahora ya lo sabes, Shige.- 

-¿Shige? ¿como que Shige?- refunfuñó al oirle llamarle por ese apodo. 

-Relajate y cena, puedes llamarme Keii-chan, muchos lo hacen.- de algún modo, sentia a ese muchacho demasiado familiar, alguien con quien tendria mucha afinidad olvidando el asunto de la cámara.. ¿y por qué no admitirlo? le gustaba. 

Shige desvió la mirada y comenzó a comer sin hacerle mucho caso.. pero a medida que pasaban los dias, el ir a cenar alli de gratis, se volvía más frecuente.. casi sin darse cuenta habían comenzado a conocerse, a mantener conversaciones y a reir.. realmente ambos se sentían muy cómodos juntos.. y por fin llegó el dia..

-¿Por qué no me has dicho que hoy estaba cerrado?- preguntó Shige al ver que solo ellos dos estaban en el interior del local..

-Porque esta noche tengo una sorpresa especial para ti.- se acercó a Shige con las manos tras la espalda. -¡Tachan!- gritó mostrandole un sobre donde iba escrito el nombre de Shige.. 

-Esto...- Kato le miró sin entender, tomando el sobre en sus manos..

-Te lo prometí ¿no? me ha costado todo un mes poder reunirlo entre mi sueldo y propinas, pero ahi lo tienes, el dinero para tu camara.- le sonrió ampliamente, feliz por enmendar el desastre con la camara de fotos. 

Shige le miró impresionado.. ¿asi que Koyama habia estado reuniendo el dinero durante todo el tiempo? ¿lo había cogido de sus propinas y su sueldo? aquello realmente le llegó al corazón haciéndole sonreir tontamente.. 

-No es necesario.. he estado apañandome con mi cámara antigua, y supongo que podría seguir con ella una temporada, así que..- fue a devolvérselo, pero Keiichiro no lo aceptó. 

-¡De ninguna manera! ¡vas a comprar esa cámara! ¡y vas a estrenarla conmigo!- 

-¿¿¿Perdona???- 

-Si, vas a hacerme fotos como si fuera modelo.- aquello hizo reir a Shige, y seguidamente, Keiichiro rió también. 

-Está bien.. gracias por esforzarte tanto..- guardó el dinero en su bolsillo, tenia que aceptarlo después de todo el esfuerzo de Koyama. 

-¡Bien! ahora vamos a cenar, tenemos el restaurante para nosotros.- le guiñó un ojo, y cuando se giró a por la cena, Shige se quedó mirandole.

Sentia su corazón latir acelerado, sus mejillas arder.. ¡no podia ser que se hubiera enamorado de ese chico! aunque a decir verdad, Koyama le encantaba.. 

Pasaron la noche cenando ese delicioso ramen a solas, hablando, riendo.. bebiendo.. y cuando fue hora de despedirse, Koyama se acercó robando un beso de los labios del más joven.. 

 -Koyama, que..- aquello le había sorprendido, pero Keiichiro solo le miraba con una dulce sonrisa en sus labios..

-Me gustas, me gustas mucho Shige.- le confesó volviendo a besar esta vez la mejilla de este. -mañana te estaré esperando para cenar.- le sonrió, y dándole una leve caricia a la mano del más joven, Keiichiro se alejó de alli..

No lo podía creer.. ¿Koyama se le había declarado? y no solo eso.. ¡le había besado! se llevó los dedos a sus labios y sonrió tontamente, definitivamente, se había enamorado de él. 

********************** 

Al dia siguiente...

-Asi que es aqui donde vives..- preguntó Koyama algo nervioso.

Shige asintió abriendo la puerta; tras la cena, una vez que Koyama había acabado su turno, Kato le había arrastrado hasta su casa; un pequeño apartamento de dos dormitorios en un modesto barrio de Tokyo.

-Vamos pasa, quiero enseñarte algo.- cerró cuando ambos estuvieron dentro, y una vez que llegaron al salón, Kato se acercó a la mesa.. -mira.- Koyama se acercó igualmente, viendo alli la misma cámara de fotos que le había estropeado a Shige aquel día en que se conocieron. 

-¿La has comprado? ¿de verdad?- fue a cogerla, pero Shige la apartó antes. 

-Prohivido acercarte a la cámara más de esto, ¿entendido?- Koyama rió un poquito por eso..  -y.. hay algo más..-

-¿Algo más?- preguntó extrañado, entonces Shige se acercó, le tomó de la mano, y le llevó a su dormitorio. 

Koyama abrió los ojos de par en par al ver un par de focos apuntando hacia un rincón de la habitación... no lo entendía, asi que enseguida miró al más joven.

-Querías ser mi modelo ¿no? pues es tu oportunidad..- sonrió tímidamente, no había un modo mejor que ese para estrenar la cámara.

-¿En serio puedo hacerlo? ¿puedo comportarme de una forma sexy?- preguntó entusiasmado.

-Todo lo sexy que tu quieras.- en ese momento sintió su corazón acelerarse un poquito más.. y tras indicar a Koyama donde ponerse, comenzó a encender los focos. -solo tienes.. que ser natural, no te pongas nervioso.- le advirtió mirándole de reojo.

-¡Pero me da vergüenza! ¡no es como imaginaba!- rió tontamente haciendo reir a Kato, pero cuando este el enfocó con la cámara, Keiichiro tomó aire.. 

 Los focos le iluminaban tenuemente, y el primer disparo de la cámara le hizo ganar confianza. Lentamente quitó su camiseta, y ante la imagen de su torso desnudo, Kato no pudo evitar morderse los labios algo nervioso.. 

-Te ves genial..- un disparo más, y esta vez captaba parte de la espalda de Keiichiro... 

-¿Te estas calentando?- preguntó sin dejar de posar, aquello estaba siendo demasiado erótico y divertido al mismo tiempo.

-¡Claro que no! ¡soy un profesional!- pero lo cierto es que se sentía demasiado inquieto.. 

-Eso ya lo veo..- sonrió a la cámara, y Shige aprovechó para captar esa sonrisa.. 

Varias fotos más.. Koyama había acabado descaradamente entre las sabanas de la cama de Shige, desnudo..  y cuando ya no pudo más, Kato soltó la cámara a un lado y caminó hacia la cama mientra se desnudaba igualmente..

-Eres un descarado..- se acercó a él, y ante la risita del mayor, Kato le besó rompiendo cualquier duda entre ambos.  

-Al final si que he conseguido calentarte.- susurró sintiendo los besos, las caricias.. derritiéndose bajo el cuerpo de su amante..

-Mas bien.. me has vuelto loco..- sonrió, y enredándose entre las sabanas, pasó toda la noche devorándole a besos..  después de todo, no había estado tan mal el que Koyama estropeara su camara.. 

****************************** 

-¿Qué estas mirando?- se acercó quitandole al mayor las fotografías de las manos..

-¡Tegoshi devuélveme eso ahora mismo!- le gritó Keiichiro corriendo tras él demasiado alterado. 

Oyeron la puerta del apartamento abrirse, Shige y Massu llegaban.. en ese momento, Koyama sintió verdadero pánico..

-¡Massu mira lo que he encontrado!- le llamó enseguida yendo hacia él mientras Kato iba a la cocina a dejar la compra.

-¿Qué has encontrado?- preguntó Masuda sin saber con que le saldría esta vez Tegoshi.. y más teniendo en cuenta que estaban en casa de Shige y Koyama y que este ultimo gritaba que el devolviera algo. 

Se detuvo ante él, y con una traviesa sonrisa, le mostró aquellas fotos de Koyama posando de una forma sexy y ¿por qué no? algo caliente.. 

-¿No se ve genial? no sabia que Shige se dedicase a hacer esta fotos de Keii-chan~~- miró al mayor quien estaba más que rojo y luchando por las fotos.. 

-¡Yuya! devuelvele las fotos, es algo privado.- le regañó Massu sonrojándose al ver tan solo un par de fotos. 

-¡Pero si son geniales! Keii-chan se ve muy sexy!-

-¡Tegoshi dámelas!- le saltó encima, y justo cuando ambos cayeron al sofá, Kato apareció en el salón.

-¿Qué está pasando? ¿por qué gritáis asi?..- 

-¡No pasa nada!- gritaron Yuya y Koyama al mismo tiempo escondiendo las fotos.. si Shige las veia, ambos estarían perdidos.. 

-Está bien...- Kato les miró deconfiado, y al momento fue a cocinar seguido de Massu.

-Deja que te ayude.- sonrió siguiendole, lo mejor seria dejar a Tegoshi y Koyama con su "juego.."

-Devuélvemelas.- le insistió Koyama cuando se quedaron solos.

-Está bien, aqui las tienes.. ¡pero tendrás que contarme la historia!- le guiñó un ojo, y luego salió del salón para ir a molestar a los otros dos.. 

Koyama suspiró pesadamente; se había salvado de una buena.. aquellas fotos eran privadas, algo que guardaban solo para ambos. Sonrió al mirarlas, recordando aquella primera vez.. realmente conocer a Shige y estropear su cámara, era lo mejor que le había pasado en su vida..

-Keii vamos a comer.- le avisó Kato desde la cocina..


-¡Ya voy!- corrió a guardarlas, y como si nada, fue con los demás, la historia completa de la cámara, se quedaría solo para ellos dos. 




Fin



Por fin he podido subir el extra! está escrito desde el domingo pasado, pero como he estado mala y con mucho trabajo, no he tenido momento para corregirlo hasta hoy.. asi que aqui está, el extra que prometi, asi que espero que os guste este ultimo trocito de fic.. ahora si, este fic se ha acabado completamente.. gracias a todas por seguirlo, y prometo que traere algo aunque sea cortito cuanto antes.. gracias de verdad! 





sábado, 24 de mayo de 2014

Un amor entre acertijos (3/?)

Título: Un amor entre acertijos Pareja: Koyashige.
Comentario: Al fin~ He podido terminar el capítulo tres, perdonen por tenerles con la intriga, espero de verdad seguir esta fic proque quiero meterle muchas cosillas y cosas que les dejen pensar, me agrada como va al igual que mi Tegomass, sé que soy muuuuuuuy lenta pero hago lo que puedo, espero esta vez poder tenerlos a tiempo~. ^^ Gracias de paso por leer. ¡Espero les guste este capítulo!



La lluvia esa noche era realmente molesta, el ambiente húmedo y ese frío combinado me hacían sentir de lo mas friolento por ello, tuve que correr hasta llegar a una pequeña tienda que poseía un diminuto techo lo cual me ayudaba a resguardarme un poco aunque siempre que eso sucedía me traía malos recuerdos. Cerré mis ojos queriendo poder relajarme a mí mismo, antes era peor aunque ahora sentía que podría olvidarlo, debía de hacerlo, al menos por mi bien y esos años que habia estado en tratamiento pero ese sonoro ronroneo me llamó la atención haciendome reír y abrir un poco mi chaqueta viendo aquel pequeño gato tricolor entre mis brazos, temblaba y maullaba algo ahogado.


-Aguanta un poco, ya vamos a llegar pequeño.- Sonreí al verle con sus ojos cerrados pero me preocupaba que fuese a enfermar; me dí los ánimos y dejé que la lluvia me callese encima mientras que intentaba correr lo más rápido que podía, necesitaba salir de allí y de inmediato llegar a casa, darme un buen baño caliente y de paso poder ayudar a ese pequeño gato el cual estaba muerto de frío igual que yo.


Llegamos a casa a salvo y entramos de inmediato hasta que dejé a ese minino en el suelo, no dejaba de seguirme y maullarme, cogí dos toallas en el baño hasta que sequé un poco mi cabello, cogí a ese pequeño animal entre mis manos para secarle con la otra toalla, pude escuchar ese pequeño ronroneo que me hizo reír de inmediato así que nada mas terminar lo llevé conmigo a la cocina para darle algo de atún y de paso leche.


-Espero sea de tu agrado.- El gato no dudó nada en comer lo que le había ofrecido, sabía que era algo arriesgado y más con lo de la lluvia que todo lo había puesto mas difícil pero solo suspiré para coger una taza de café, acomodarla en la mesita de la sala y caer en el sofá con una de mis manos en mi frente.


-No sé como he podido hacerlo … Por un momento pensé que entraría en crisis de nuevo.- Me mordí los labios nada mas al recordarlo, antes no podía soportarlo, era imposible en la condición en la cual me encontraba, fue demasiado peligroso en ese tiempo, incluso una que otra terapia y pastillas que me tranquilizaban.


-Mejor ni recordar … Fue un mal tiempo, ¿No?.- Sonreí pero mi sonrisa era asustadiza, no quería recordar un pasado que quería olvidar; cerré mis ojos queriendo descansar hasta sentir el roce helado de la pequeña nariz de ese gatito que se acercaba a mi y se tumbaba al lado del sofá.


Reí un poco dejando que jugara con su nariz un poco, era realmente simpático y no dudé en tomarlo en mis brazos para llevarlo a mi habitación, lo mejor sería dormir un poco ya esa noche, era demasiado tarde y tenía muchísimo trabajo que hacer, la verdad, es que tenía una agenda demasiado ocupada, entre ello comprar los víveres en la mañana, unos muebles nuevos en la tarde y ya en la noche dedicarme por completo a mi trabajo.


-Buenas noches ...- Ya ese pequeño animal yacía dormido a mi lado, lo cubri por completo con las mantas para yo poder cerrar mis ojos y así al poco rato ser vencido por ese sueño que tenia acumulado hace dias.


La mañana ya estaba siendo demasiado helada cuando tuve que levantarme, era ese aire húmedo despues de la lluvia la noche anterior, mi cuerpo estaba demasiado entumecido y no quería salirme de la cama sinceramente pero tenía un horario que cumplir a toda costa, solo que ese pequeño animalito empezaba a hacer mi día un poco mas animado al verlo con la boquita abierta y su lengua se notaba demasiado, no pude evitar reír hasta que piqué delicadamente su nariz haciendole abrir sus pequeños ojos y empezar a maullar nada más por ello.


La mañana solo la dediqué a tratar de bajar esa fiebre molesta que tenía, creería saber que había cogido frío despues de estar demasiado tiempo bajo la lluvia así que debía de tratar de bajarla un poco para así poder de alguna manera estar mas estable y salir a comprar como lo tenía previsto.


-No quiero enfermar.- Dije eso con desánimo acariciando el lomo del pequeño minino, me tomé una pastilla junto con un buen baño caliente hasta que decidí salir de casa rumbo al combini mas cercano, fue realmente difícil comprar lo que necesitaba y de paso cargar las bolsas hasta casa, me sentía realmente mareado, era una sensación extraña, lo que menos quería era caer enfermo así que nada mas llegué a casa después de un rato me dediqué a dormirlo toda la tarde, la idea de ir a comprar esa tarde se había arruinado por ello pero no así iba a obstaculizar las ganas que tenía de ir al trabajo ese día, quería ver si volvía a correr un poco de suerte como lo que había pasado la noche anterior.




Mi corbata rodeaba my bien mi cuello, mis manos lucían realmente bien con ese anillo que le deaba un estilo más fino, delgado y perfecto, mis zapatos acorde con mi traje gris. Ya estaba listo pero excepto por algo que cambiaba en mi rostro.
-No puede ser.- Rozaba mis dedos finos en mis mejillas, estaban sonrojadas y ardiendo, no pude bajar la fiebre ni durmiendo toda la tarde por lo que debíaevitar cualquier contacto que dejase en vista mi fiebre reflejada en mis mofletes


-¡Ah, se me hace tarde!.-Vi la hora y me sorprendí, había pérdido tiempo mirándome al espejo y pensando en como ocultar mi molesto mal estado de salud que terminar de prepararme, pude ver aquel miníno durmiendo ya en mi cama, reí por lo bajo para dejarle en el plato algo de atún y leche, pensaba que esa noche no llegaría a casa hasta la madrugada así que era mejor dejarle un gran plato para después venir a verle en la tarde.


-Nos vemos.- Me despedí pero cuando salí de mi habitación tuve que aferrarme al mango de la puerta, cerré mis ojos esperando que ese pequeño movimiento se pasase, mi cuerpo tambaleó un poco pero pude recobrar mi estabilidad.


Tomé un taxi por cualquier riesgo, pensaba que llegando a pie o tomar el coche me iba a dar problemas; ya estaba frente a la puerta, sudaba un poco por los nervios hasta que pude traspasar la puerta y ver a los chicos saludarme y luego Tegoshi venir corriendo a mi encuentro, me abrazó refunfuñando de que se me había hecho tarde, que el negocio ya iba a abrir pero de inmediato me sorprendió cuando tocó mis mejillas esbozando un puchero.


-Estoy bien … No digas nada … por favor.- Se lo pedí, necesitaba el dinero tanto como él, debía de comprar los víveres, pagar la renta y esas cosas pero Tegoshi de inmediato empezó a regañarme por ser un descuidado.


-Viniendo con fiebre no vas a ganar nada, ¿Sabes que eso te quitará las ganas? ¿Sabes el riesgo de venir en este estado?.- Asentí suspirando por lo bajo, él me conocía y no me tomaba las cosas a la ligera cuando no me encontraba bien, pero esta vez hasta él estaba sorprendido que viniese en ese estado por lo que solo negó con un leve movimiento de cabeza.


-Debes de tener una buenza razón para venir así, ¿No?.- Ni siquiera yo lo sabía, ni idea de porque arriesgaba un poco mi salud solo para venir a trabajar, yo no era para nada así y luego él rió pero enseguida retomar esa expresión tan seria en su rostro.


-Si haces algo mal, te enviaré a casa, ¿De acuerdo?.

-Ni que fueras mi madre.- Ambos reímos a ese comentario cuando ya las puertas fueron abiertas y los primeros clientes ya entraban por ellas. Muchas chicas iban con mi compañero, él se lo tomaba muy a la ligera queriendo ligar con ellas, eran especie de modelos internacional al parecer, no dejaba de reír al ver esa expresión de exageración en mirarla por todas partes, le invitaba copas y demases; yo po lo contrario compartía una copa de vino blanco con una señorita muy fina, un precioso vestido de brillo violeta con toques de plateado, unos tacones altos de color negro y un pelo largo y liso que caía por sus hombros, no podía evitar el tocarlo y hacerla sentir sonrojada por mis acciones.



-He sido un atrevido, ¿No crees?.- Ella negó esbozando una preciosa sonrisa que luego me hizo copiarle pero luego su mano fue hasta mi mejilla, quería tocarla pero la detuve de inmediato, tomé su mano con suavidad para jugar un poco con sus dedos largos, esas uñas perfectas con un precioso color en ellas.


-Tus manos son suaves, ¿Lo sabes?.- Ella me pedía que no la halagase tanto, que realmente no podía dejar de estar sonrojada de que fuese tan atractivo y de paso un chico perfecto, ella no sabía de mi vida, solo era mi trabajo hacer bien a los demás, darles cosas que ellos pedían a gritos, un poco de atención y “sexo”; sus labios se acercaron a los mios de una forma peligrosa llamando mi atención, sonreí suave por ello respondiendo a ese beso, era suave, lento y prolongado, mi mano se posicionó en su cuello tomando un poco de su cabello entre mis manos pero al abrir un poco mis ojos pude ver a ese chico, sus ojos pegados en los mios buscando algna reacción, eso me hizo apartarme de ella de golpe y tener que usar el mueble del bar como amortiguador.


-¿Tan mal lo he hecho?.- Esa pregunta me dejó descolocado, no era su culpa, era mía, negué despacio para besar corto sus labios y pedir disculpas por esa mala respuesta, me disculpé nuevamente porque necesitaba mojar mi cara un momento, ya ese tambaleo no era normal.


Llegué al baño sujetando mi cabeza entre mis manos, el lavadero estaba frío que al roce de mis manos me quejé un poco, ¿Porqué cuando él esta cerca tengo que volverme un tonto?, ya no era normal, además que estaba mirandome, como si fuese de su propiedad, como si esos ojos café oscuro observaran cada movimiento que hacía ante él, una jugaba infiel para esa mirada penetrante que hizo dudar mi actuar; mi rostro ya mojado con esa agua completamente helada no ocultaba el sonrojo de mis mejillas, las rocé con mis dígitos cerrando un momento los ojos, quería olvidarme de ello, esa fiebre seguía molestando y tenía miedo de que me dominase por completo hasta que una mano cogió una de las mías, de inmediato abrí mis ojos notando esa mirada de hace unos instantes.
-¿Es qué … eres tan poco profesional que una fiebre o solo el hecho de mirarte tengas que huir al baño a aclarar tus pensamientos?.- ¡Diablos! ¿Porqué siempre encontraba las palabras necesarias para hacerte sentir peor?


-¿Qué quieres? Estoy ocupado ahora … Sabes.- Escuché esa risa divertida, yo había intentado antes alejarme de él, de alguna forma aún que existiera entre nosotros esa línea de cliente y trabajador, pero cuando actuaba de esa forma, tan atrevido y altanero me hacía dudarlo, me gustaba esa actitud aunque sonase algo extraño de admitir.


-Solo venía a dejarte algo ...-Dudé un poco en recibir ese “algo” pero esa beso en mi cuello me hizo dudar en seguir, recordar esas dos noches en que ya había saboreado más que mi cuello, escuchado mis gemidos y esa imagen erótica al tener sexo, lo peor es que con él yo era imposible de fingir, todo lo que me conllevaba a él era mi verdadera forma de comportarme.


Guiñó su ojo dejandome desconcertado, ¿Cómo quería que reaccionara a ello? ¡Idiota! Fue lo que pensé pero no pude articular, era definitivo, solo quería jugar conmigo así que olvidé todo y me dediqué a esa chica. Llegué a su lado besándola de una forma apasionada, hasta ella se había asustado por la forma en que mis labios se cortorneaban tan perfectos en sus labios, no dejaba de sonreír a ello hasta que ese chico miró hacia nosotros pero solo lo ignoré cogiendo ahora las manos de ella, deseaba poder llevarla a una habitación de hotel, disfrutar de otra noche sin compromisos y ya salíamos del local cuando se decidió. No dejaba de susurrarme cosas al oído, incluso morder mi oreja haciendo sentir mi cuerpo temblar un poco pero mi visa comenzaba a nublarse, trataba de aguantar, debía de hacerlo como mi deber de dar el mejor servicio. Sentía que el hoel estaba demasiado lejos y eso me tenía nervioso, quería aguantar lo que más podía, aquella chica no dejaba de abrazarme e insinuarse, parecer tan inocente pero todo iba a otro enfoque y muy bien lo sabía, apenas pasando la puerta a la habitación sus piernas querían abrazarme, no dejando que me separase de ella.


-Eres … Realmente rápida.- Sonreí hasta que me lanzó a la cama haciendome quejarme un poco, su pierna se dejaba ver de una forma descarada por el vestido corto y rasgado de una pierna, me mordí los labios al verle de ese modo, estaba sentada en mi cintura paseando sus manos descaradamente por mi camiseta hasta desabotonar cada botón de forma meticulosa, sus labios se dedicaban a besar mi cuello, era quería calentarme y lo estaba logrando pero luego ese calor comenzaba a ser aún más pesada.


Cerré fuerte mis ojos paseando mis manos por esas piernas suaves y finas pero no sabía porque recordaba a ese chico, como me dominaba en un momento, sus manos se habían memorizado mi cuerpo, siempre teníamos encuentros algo sorpresivos, que ninguno de los dos pensaba que iba a pasar pero esta vez no iba a pasar así, solo iba a dedicarme a ella y mi trabajo. Mi cuerpo ardía, esa calor de ambos cuerpos pedirse pero no era normal, ella ya jugaba a jugar con su cuerpo, tocandose ella misma mientras que me quedaba pasmado viendo su sensualidad pero no era igual, trataba de enfocarme en lo que debía de hacer pero ni yo mismo era capas. Mis gemidos eran notorios cuando jugaba de una forma juguetona con mi hombría entre sus dedos, ya ambos desnudos pidiendo a gritos tener intimidad pero casi no ponía de mi parte, me mordí los labios porque realmente no reaccionaba, me sentía realmente ahogado y hasta ella misma lo notó, me miraba enfadada, molesta, le arruiné la noche, esa en la que ella quería acostarse con un hombre sin compromiso alguno y comenzó a reciminarme muy enfadada; ella ya estaba vistiendo ese precioso vestido que me dejó boquiabierto al acercarse a mi en el local, yo me levanté asustado, estaba perdiendo a un cliente y no era bueno de mi, mi jefe se iba a enterar y sermonearme por ello, tomé su mano queriendo detenerla pero la zafó de inmediato, perdí el equilibrio callendo a la cama y notando como cerraba fuerte la puerta dejandola medio abierta, estaba tumbado en la cama con mi sábana apenas cubriendo mi trasero, todo me daba vueltas pero escuché como la puerta se cerraba con delicadeza, como unos pasos se acercaban a mi y quise disculparme con ella hasta que unas manos frías rozaron mi frente haciendo notar notoriamente la diferencia entre el frío y el calor.


-Con esta fiebre es imposible que trabajes bien … Tu calor te domina, tu cuerpo hierbe como nunca.- Esa voz, esos besos que se dedicaban a cubrir toda mi espalda, sus labios frío hacían que mi piel se erizase de inmediato, con una de mis manos me aferré a las sabanas y su mano se posó encima de la mía enlazando nuestros dedos.


-Tú estás helado ...- Se acercó a mi oído besando mi lóbulo, ya mi miembro comenzaba a doler, era increíble como es que apenas esos roces con él me hacían sentir tan desprotegido pero a la vez seguro entre sus brazos.


-No te preocupes, cariño … No seré un bruto, sé como te encuentra, lo molesta que es una fiebre, pero, mis ganas por hacerte mío crecen, es necesario para mi … Déjate llevar ...- Me giré un poco para ver su rostro, no era necesario mirarle para saber que era él, sus labios sellaron los mios en un beso húmedo, su lengua rozaba la mía, su boca la succionaba incluso separandonos por pequeños hilillos de saliva, no creía lo que estaba pasando, igual un juego de mi mente mareada pero me di cuenta de que no era así.


Nuestros cuerpos desnudos ya buscaban ese roce, su lengua inspeccionando justo en ese punto sensible de mi cuerpo que solo él conocía bien, me mordía los labios, gemía necesitado y él solo me llegaba a enviarme a un lugar que bien conocía de antes, un mundo solo de nosotros dos; sus manos paseaban por mi cuerpo, masajeando mis nalgas con rudeza pero a la vez una amabilidad que solo yo podía sentir, su mano fue a mi frente y luego a mis ojos para cubrirme un poco y incorporarme de al forma en que su hombría ya se deslizaba por mi interior haciendome gemir alto y doloroso pero mi voz fue cubierta por gemidos ahora sellados por sus labios.


-No tengas miedo ...-Su voz realmente sonaba diferente, ese agarre fuerte a su mano se fue aflojando dejandome llevar por él, esa sensación tan única en la que ambos comenzabamos a volvernos uno, esas embestidas adquirían un ritmo violento pero luego lento capturando toda mi atención, era delicioso, fascinante aunque mi cuerpo seguía estando caliente pero nada me importaba, él sabía bien como hacerme llegar a otro nivel, incluso hasta estando enfermo.


Ya caía casi desplomado a esa cama la cual no dejaba de rechinar, gemía necesitado por un poco más hasta sentir completamente su semen en mi interior, incluso escurriendose por mis piernas, yo ya me había corrido minutos antes que él y no pude más que caer a la cama, ya no podía aguantar, mi cuerpo temblaba, dolía e incluso vi una expresión de terror en su rostro al darse cuenta de como la fiebre ya era insoportable, nunca pensé en ver una expresión como esa en un precioso rostro joven y frío.


Algo frío cubría mi rostro y de paso mi frente, mi aliento era tibio pero menos que la noche pasada, escuchaba a alguien caminar por la habitación, hablando por el móvil al parecer, se notaba algo alterado y no dejaba de disculparse a cada momento, se sentó a la orilla de la cama para cambiar mi paño ya ahora tibio por uno más frío pero cuando sentí que iba a moverse nuevamente tomé su mano como una especie de acción rápida, me miraba pero no era capas de verle bien a la cara, entrecerraba los ojos queriendo verle, pedirle que no se fuese, que iba a recuperarme lo antes posible para desalojar el lugar pero en lugar de eso no le dije nada, volví a cerrar mis ojos no sin antes recordar unos labios suaves posarse en los míos a la vez de un apretón de mano y un suspiro que consistía solo en una palabra “Keii-chan”.


Abrí mis ojos al ya sentirme mejor, estaba solo y solo suspiré fuerte, comletamente desnudo pero ya la fiebre había bajado, eso era lo que más me dejaba tranquilo hasta que decidí por ir a darme una ducha, realmente la necesitaba, estaba sucio y además con ese aspecto aún convaleciente pero de igual forma ya un poco mejor.


Aún recordaba esos besos amables, esas caricias que seguían bien mi cuerpo, como me hacía setir la persona más afortunada pero despues de todo no era todo tan así, pegué mi frente al azulejo, debía tratar de separar esos sentimientos que sinceramente comenzaban a ser molestos, el como volvía a recordar un pasado que no quería volver a revivir, no quería; algo doloroso apretaba mi pecho, una memoria que deseaba perder alguna vez pero luego recordé algo, una voz llamandome de una forma tan gentil, eso me hizo sonreír un poco pero pensando que solo era producto de la fiebre y solo del sentido en querer escuchar ser llamado nuevamente de esa forma.


Ya secaba mi cuerpo cn una de esas toallas blancas, a la vez que arreglaba mi cabello después de vestirme por completo, debía de volver a casa, arreglar las cosas y de paso ver a ese pequeño minino, reí un poco, mi menten jugaba conmigo, imaginaba que mi casa estaría hecha un desastre nada más llegar pero más que tomarmelo mal reí de una forma graciosa.


-Será realmente gracioso pillarle con las manos en la masa.- No dejaba de reír hasta que cogí mi saco ya saliendo de esa habitación, en la recepción me encontré con que alguien ya habia pagado y eso llamó mi atención, ladeé un poco mi cabeza pero entregué la llave agradeciendo por todo, salí de allí escuchando mi móvil sonar y contesté encontrandome con la voz de un enfadado Tegoshi.


-Ah, vamos, no seas tan exagerado … Ya me encuentro mejor.- Hablaba en un divertido tono infantil haciendome reír de inmediato.


-¿Qué no sea exagerado? Recuérdame quien es el que estaba enfermo ayer, ¿Eh? Además que te fuiste sin decirme nada y eso me puso realmente peor … Yo ...- Sonreí al escucharle de esa forma, de paso pasé or una cafetería para desayunarme un café mientras iba a casa.


-¿Cómo te ha ido ayer con las chicas?.- Quise cambiarle el tema para que dejara de molestarme, para al menos saber como es que había ido el día de ayer.


-Me dirás que soy un ligón~.- Pero realmente lo pasé bien, de vez en cuando, deberíamos de acostarnos con chicas mas seguido~. Además de que con hombres … Es más … Uhm, diferente.- Rei al escucharle de ese moo y fue en que ibamos a quedar esa noche en el negocio para beber a medida que esperabamos clientes pero me dijo que no me esperase a pasarme con el vino, que aún seguía estando enfermo.


-Bueno, bueno~. Tengo que colgar, nos vemos en unas horas.- Me dijo que sí y terminé colgando para ya abrir la puerta de mi apartamento encontrandome con el dulce maullido de ese pequeño minino quien no dejaba de mirarme, rei por ello nada más hasta empezar a comprobar la casa, no había sucedido nada y eso era increíble.


No has hecho ningún desastre y eso es realmente increíble.- Reí de inmediato para servirle un poco de leche y unas galletas que había comprado en un negocio cercano de casa.


Pude verle pulular cerca de mi cuando ya depositaba esas galletas en el platillo viendole comer animado por ello, me hice un emparedado hasta caer al sofá ya un poco mejor, al menos esa molesta fiebre se había ido y me dejaba un poco más tranquilo.


-Ah~.- Fui capás de decir pero una pequeña hoja de papel calló hasta el suelo de madera, me impresioné un poco por ello notando que había estado en mi saco todo este tiempo, la tomé entre mis brazos, esas notas extrañas las cuales suponía que venían de ese chico, era ya un hecho de que provenían de él pero siempre me dejaban con una increíble incognita queriendo descifrarla, aún así sonreí nada más volviendo a leer nuevamente esa frase.


Porque tú eres la parte de mí
Que deseo no necesitar



No dejaba de leer aquello esbozando una pequeña sonrisa hasta que noté un pequeño sobre de color blanco en mi puerta, ladeé un poco ya que suponía que debia de ser una carta, reí leve por ello, era una cosa obvia pero cuando fui a leer el remitente mi cuerpo tembló no pudiendo creerlo.


-N-No ...- Tragué saliva forzosamente, eso no podía estar pasando.




domingo, 4 de mayo de 2014

Yakusoku "promesa" (capítulo 20) FINAL

YAKUSOKU "PROMESA" - Capitulo 20  

Autor: Saiikeiilove
Resumen: Massu y Tegoshi se hacen una promesa cuando eran unos niños, 20 años después vuelven a reencontrarse.
Pareja: Teggomass
Genero: Romantico, Drama 
Avertencia: ninguna


-¡Te vamos a echar de menos!- Koyama le abrazó una vez más mientras Massu aguantaba aquel nudo en la garganta ocultándolo bajo una leve sonrisa. 

-Vamos Keii.. no lo hagas más difícil.- le animó Kato a punto de llorar también.

-Pero es que.. es que...- se mordió los labios mirando a Massu, ¡no quería que se marchara!

-Chicos.. yo también os voy a extrañar, me ha encantado conoceros.- les dijo sinceramente, provocando una sonrisa por parte de Shige y un nuevo puchero en los labios del mayor.  -pero tengo que marcharme.. es lo mejor.- bajó la mirada por un momento, en cierto modo sentía que había fracasado a pesar de haber vuelto a ver a Tegoshi.

-Vendrás a vernos ¿verdad?- Massu asintió ante la pregunta de Koyama. -¡y nosotros iremos a verte!-

-¿Con qué dinero?- bromeó Kato, aunque lo cierto es que podrían intentarlo en un futuro.. 

-¡Entonces trabajaremos aun más duro para ahorrar!- dijo decidido.

Massu rió ante la escena de sus amigos; sin duda había conocido a buenas personas durante esos meses, solo que lo de Tegoshi no había salido bien..

-De verdad, gracias por todo.. sin vosotros no hubiera conseguido.. encontrarle.- sonrió levemente, algo triste, y suspiró.

-Yo siento que no haya salido bien.- Kato puso una mano sobre el hombro de Massu, y este negó en respuesta. 

-Tenia que intentarlo al menos.- suspiró de nuevo, al final Tegoshi ni siquiera había respondido a su mensaje. -bueno, es hora de marcharme. -cogió su equipaje de mano, y tras una ultima sonrisa, se dio media vuelta.

-Massu.. ten buen viaje, nos volveremos a ver.- ante las palabras de Shige, Masuda alzó su mano en el aire sin dejar de caminar.

Ambos se quedaron en silencio mientras veían a su amigo partir.. al final él no había conseguido su propósito.. al menos no del todo, y aquello era realmente triste, pero esta vez, no podían detenerle para que se quedase. 

-Es una lastima.. hubiera sido bonito..- suspiró Koyama captando la atención de Shige.

-Vamos, nos quedaremos hasta ver el avión despegar..-Keiichiro solo asintió en respuesta sin decir mas y le siguió sintiendo el calor de la mano de Shige sobre la suya.. aquello le hizo sonreír y sentirse de verdad afortunado.

************************************* 

-¿No puede ir más deprisa?- le preguntó al taxista quien el miró a través del espejo retrovisor.

-Hay un atasco, no puedo volar sobre los coches.- respondió el hombre algo irónico.

-Pero tengo que llegar al aeropuerto en cuestión de...- miró su reloj, era tarde, ¡muy tarde! -¡en cuestión de ya!- 

-Lo siento, pero no puedo correr si estamos en un atasco.. esto es lo más rápido que puedo ir.- 

-¡Pues no es suficiente! ¿no se da cuenta que Massu está a punto de marcharse a Los Ángeles?-

-¿Y quien es ese tal Massu?- 

-Déjelo, ¡usted no lo entiende!- sacó dinero de su cartera y se lo extendió al taxista. -es suficiente ¿no? pare aquí, iré corriendo.- le dijo decidido.

-Estas loco muchacho.. no llegaras al aeropuerto..- rió algo divertido.

-¡Pero al menos no estaré aquí parado! ¡podre hacer algo por detenerle!- ante aquella decisión, el hombre se encogió de hombros, aceptó el dinero y se detuvo.

-Chico, suerte.- le sonrió.

-¡Gracias!- Tegoshi le devolvió la sonrisa, y saliendo del taxi echó a correr camino al aeropuerto.

*********************** 

Suspiró una vez más mientras guardaba la cola para embarcar. No quería volverse y mirar atrás.. si lo hacia, entonces no tendría el suficiente valor para marcharse. Todo había acabado ya; lo había intentado con Tegoshi, había tratado de ayudarle, de ofrecerle una vida mejor.. y la oportunidad de intentar hacer realidad su sueño.. pero todo parecía haber sido en vano.

-Disculpe ¿va a subir al avión?- le preguntó la chica que esperaba a que Massu reaccionara. -disculpe señor.- le volvió a llamar.

Massu la miró saliendo de sus pensamientos.. por un momento no supo que hacer. ¡No quería dejar a Tegoshi! pero después de todo, Yuya ya le había dejado a él..

-Si, disculpe.- le sonrió levemente y pasó junto a la chica, ya no había que mirar atrás. 

*********************** 

Corría todo lo que sus piernas le daban... en su vida recordaba haber corrido tanto como lo estaba haciendo esa tarde. El sol comenzaba a ponerse , y su corazón latía acelerado por la carrera, y por detener a Massu.

No.. ¡no quería que se marchara! ¡no quería quedarse sin Massu! sin aquella persona especial que tanto le había ayudado, quien le había cambiado casi sin darse cuenta.. 

-¡Massu!- gritó entrando al aeropuerto.

Miró a un lado y a otro, muchas personas con sus respectivas maletas esperaban allí a ser llamadas, mientras que otras parecían esperar a sus familiares o amigos mas allegados. Siguió buscando, ¡no podía detenerse en ese momento! tenia que encontrarle, ¡impedir que se marchara! y decirle lo que realmente sentía.

Miró en aquel enorme panel electrónico.. el vuelo hacia Los Ángeles acababa de efectuar su salida. Negó con la cabeza, ¡no podía ser! pero cuando miró la hora se dio cuenta de que así era..

-¡Massu! ¡no te puedes marchar!- corrió hacia la puerta de embarque indicada, nadie quedaba allí.. solo aquella chica encargada de supervisar el embarque..

-¡Estoy buscando a una persona! ¡déjeme pasar!- le gritó alterado, asustando a la chica.

-Disculpe, el vuelo acaba de efectuar el despegue.- le informó la muchacha amablemente.

-¡No! ¡no puede ser! ¡él no puede marcharse!- gritó desesperado.

-Tendrá que calmarse o tendré que llamar a seguridad.- le dijo ella seriamente, pero Yuya no estaba dispuesto a darse por vencido, no esta vez.

-¡Déjeme pasar! ¡solo será un momento!- intentó colarse, y ella rápidamente llamó a seguridad. -¡Massu!- gritó su nombre esperando que él no hubiera subido al avión, pero enseguida un tipo bastante más grande que él le detuvo.

-¿Qué está pasando ahí?- preguntó Shige girándose a mirar hacia el lugar, y al ver a Tegoshi, sus ojos se abrieron de par en par.. -es Tegoshi...- murmuró llamando la atención de Koyama quien no dejaba de llorar y sonarse la nariz tras ver como el avión despegaba. 

-¡Eh dicho que tengo que detenerle!- gritó mientras el guarda de seguridad le sacaba de allí. 

Kato y Koyama se acercaron rápidamente, y tras disculparse con el guarda y convencerle de que le soltara, sacaron a Yuya de allí.. 

-Tego-chan.. ¿has venido.. a por Massu?- preguntó Koyama impresionado, pero él y Kato se miraron enseguida..

-¿Donde está? ¡tengo que verle! ¡no quiero que se marche a Los Ángeles! vais a ayudarme, ¿verdad?- preguntó desesperado, casi con lagrimas en los ojos..

-Tegoshi... Massu se ha marchado, su avión ha despegado, él vuelve a Los Ángeles..- le explicó Kato mientras el más joven negaba con la cabeza sin querer creerle. 

-No...- murmuró retrocediendo un par de pasos.

-Tego-chan.. has llegado tarde, lo siento..- los grandes ojos de Yuya se clavaron en los de Keiichiro tras esas palabras, y en ese momento, el mayor sintió como se le partía el corazón. 

-¡No es justo!- gritó arrodillándose en el suelo, dando un puñetazo de pura impotencia. -¡no tenia que marcharse! yo.. he venido a buscarle...- rompió a llorar escondiendo su rostro, sintiendo las lagrimas caer sobre sus manos.. 

En ese momento, Koyama y Shige no supieron que decir.. solo se miraron, y entonces fue el más joven de ambos el que se agachó junto a él poniendo una mano sobre el hombro de Yuya. 

-Quizás esta vez te toque a ti, ¿no crees?- Yuya le miró sin entender. -esta vez te toca a ti ir a buscarle.- le sonrió levemente, y Tegoshi solo respondió asintiendo decidido. 

***************************** 

Dos semanas más tarde...

-Masuda en cinco minutos tenemos la reunión, así que date prisa.- le avisó uno de sus superiores.

-Enseguida voy.- recogió los papeles dejándolos ordenados sobre su mesa y enseguida se levantó.

Se estiró un poco y colocó bien su ropa antes de acercarse a la enorme cristalera del despacho. No solo había recuperado su trabajo al volver a Los Ángeles, si no que le habían ascendido a un puesto superior.

Sus padres estaban contentos con su vuelta a pesar de que nada más llegar a casa, Massu había decidido independizarse. También sus amigos y compañeros le habían dado una calurosa bienvenida... todo parecía ir bien, pero a pesar de lo maravillosa que podría sonar su vida para cualquier persona, no era del todo feliz.

Suspiró pesadamente mientras miraba por la ventana.. lo tenia todo, era cierto.. pero no tenia a la persona más importante en su vida. Muchos habían comentado que estaba más delgado, que su sonrisa no era la misma desde que volvió de Japón.. pero Masuda solo sonreía restandole importancia.
  
No había vuelto a saber de Tegoshi, y a pesar de que durante esas dos semanas había conseguido contactar con Shige y Koyama a través de una vídeo llamada, ninguno de los tres había sacado ese tema.. 

Miró la hora sobresaltándose, ¡llegaría tarde si seguía pensando en eso! así que cogió sus cosas y salió del despacho directo a la sala donde tendría lugar la reunión; siendo una importante productora, ese tipo de juntas eran demasiado habituales, y ahora que tenia un puesto superior, debía asistir a ellas y aprender. 

Los minutos pasaban lentos sentado a aquella mesa con el resto de personas que estaban presentes en la reunión, aun no podía opinar demasiado... solo observar, tomar nota.. y no perder detalle alguno. Aquello comenzaba a aburrirle, las horas se hacían eternas.. pero cuando ya pensaba que por fin la reunión llegaría a su fin, comenzó a oírse escándalo fuera de la sala..

-¡He dicho que tengo que verle!- repetía en un ingles mal hablado mientras otro hombre intentaba evitar que irrumpiera en la sala.. -¡solo será un momento! ¡Massu tiene que saber que estoy aquí!-  consiguió zafarse, al menos el ser pequeño le había dado cierta ventaja... y cuando abrió la enorme puerta, todas las personas allí presentes se quedaron mirándole.. -esto.. buenas tardes...- al oír aquella voz, Massu se giró a mirar de inmediato, encontrándose con la mirada de Tegoshi.

Se quedó completamente paralizado, sentía su cuerpo temblar, arder.. así como un sudor frío recorrer su espalda. ¡No podía ser! ¡Tegoshi estaba allí! parado frente a esas personas, mirándole solo a él.. serio, decidido.. y cuando el más joven se acercó tembloroso a él, Masuda se levantó de su sitio.

-Yuya.. ¿que haces aquí?- le preguntó en voz baja, sin siquiera saber si aquella situación era real o si se había quedado dormido en la junta... 

-He venido a buscarte.- apretó sus puños, ¡le había costado la misma vida arreglarlo todo en tan solo dos semanas y conseguir viajar hasta Los Ángeles! aun con la ayuda de Koyama y Shige.. y más le había costado entrar a esa sala.

-¿A buscarme? pero como.. como has sabido donde...-

-Se lo dijiste a Shige, ¿no? él y Keii-chan me ayudaron.. son buenos amigos en realidad..- reconoció aquello avergonzándose, pero Massu aun no salia de su asombro.

-Pero tu..-

-¡No tenias que haberte marchado sin mi!- le interrumpió volviendo a encararle. -¿no habías vuelto para buscarme? ¿para que te marchas entonces?- le reprochó  dolido por eso.

-¿Porque tu me rechazaste?- le preguntó el mayor irónicamente, molesto incluso. 

-Por eso.. he venido a buscarte...- Massu le miró sin llegar a entender aun.. -porque.. jamas quise rechazarte...- susurró sorprendiendo a Masuda. -ya ves.. me he enamorado de ti... ¡y eso me jode! pero.. no quiero.. que estemos separados.. no quiero perderte de nuevo Massu...- le miró con los ojos algo brillantes, sincero.. realmente quería estar con él.

-Yuya..- no podía creerlo... todo su cuerpo temblaba al oir esas palabras, al ver a Tegoshi tan avergonzado pero reuniendo tanto valor como para reconocer sus sentimientos. 

-Masuda, ¿podemos seguir?- interrumpió uno de sus compañeros haciéndole volver a la realidad.. pero Massu solo acertó a mirarle desconcertado... dándose cuenta de todas esas personas que a pesar de no entender el japones, les estaban mirando.

-¡De eso nada! ¡Massu se viene conmigo!- le tomó de la mano, y tirando de él corrió hacia la salida. 

-¡Yuya! ¿qué estas haciendo?- le gritó mientras corría tras él.. pero Tegoshi solo siguió corriendo.

Le miraba mientras corrían.. en ese momento el hecho de que le regañasen no era su preocupación; si no el como y el por qué estaba allí Tegoshi. Ambos se detuvieron en mitad de un pasillo, y antes de que Massu pudiera decir ni siquiera una palabra, los labios de Yuya se pegaron a los suyos robandole un apasionado beso. 

Las manos del mayor se deslizaron hasta la cintura de Tegoshi, y este suspiró entre sus labios envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Massu. Por un momento aquel beso se hizo el más maravilloso del mundo para ambos, y cuando se separaron para verse, Yuya desvió la mirada soltando una risita avergonzada. 

-Ya ves lo que has conseguido.. no sabes cuanto me ha costado poder viajar hasta aquí.- deslizó levemente sus manos, hasta apoyarlas en el pecho del mayor. -te busqué en el aeropuerto para detenerte, pero llegué tarde..- Massu le oía atentamente, sin querer soltarle.. sintiendo tanto sus manos como el cuerpo de Tegoshi temblar.

-¿Has venido.. para quedarte?- le preguntó algo temeroso de su respuesta, pero Yuya asintió levemente. -¿y.. tu trabajo?- eso le dio más miedo aun..

-Lo he dejado..-

-Lo dices.. ¿de verdad?-

-No quiero seguir haciendo algo que no me gusta.. en cambio, ¡quiero cantar! ¡quiero luchar por mi sueño! así que acepto! ¡acepto intentarlo Massu! ¡quiero triunfar en el mundo de la música!- ante aquella decisión, Massu acabó sonriendo, y seguidamente revolvió aquel cabello platino. 

-Estoy seguro de que lo lograremos.- Yuya asintió, y el mayor volvió a atrapar aquellos labios en un dulce beso.

Por primera vez en su vida se sentía satisfecho; feliz de intentar hacer lo que realmente deseaba.. Massu le había enseñado, por su insistencia en encontrarle después de 20 años.. por cumplir esa promesa y luchar por lo que de verdad se quiere. 

-Massu.. no tengo hotel donde quedarme...- le dijo en un tono mimoso, caprichoso incluso.. haciendo reír al mayor.

-No te preocupes, puedes quedarte en casa todo el tiempo que necesites.- le abrazó pegandole más a su cuerpo.. no le dejaría escapar.

-Y podré dormir contigo?- ante aquella pregunta, Masuda se echó a reír, y sin responder, volvió a besar al más joven.

************************** 

Tokyo, 1 año mas tarde...

-¡Waaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡¡no me puedo creer que vayamos a ver a Tegoshi en persona!!- gritó Koyama entusiasmado mientras miraba de nuevo aquel vídeo en Internet.

-Keii.. ¡ya conocemos a Tegoshi!- rió Kato ante las ocurrencias de su novio con quien convivía desde hacia unos meses.

-Lo se, lo se.. ¡pero ahora vamos a verle siendo un idol! es mucho mas emocionante, ¿no crees?- se giró a mirarle, Shige seguía intentando concentrarse en leer ese libro, pero no había caso con Koyama canturreando las canciones de Tegoshi.. 

-¿Sabes qué? lo más importante de todo esto es que esta haciendo realidad su sueño, y que Massu también pudo hacer el suyo.- cerró el libro y se levantó para ir hacia Keiichiro y apagarle el ordenador.

-¿Qué estas haciendo?- refunfuñó poniendo un puchero en sus labios, pero Kato lo borró con un beso.

-Tenemos que prepararlo todo, mañana tenemos visita ¿recuerdas?- susurró pegado a los labios del mayor, y este solo sonrió volviendo a besar a Kato.

********************* 

Mientras tanto, en Los Ángeles.. 

-De acuerdo, dejaremos ese asunto para la vuelta, muchas gracias por todo.- colgó el teléfono con una sonrisa, y al oír como la puerta se abría, miró hacia ella viendo como Tegoshi asomaba al cabecita.

-Massu~~ ¿podemos irnos ya a casa? en unas horas tenemos que coger un avión ¿recuerdas? y me gustaría darme una ducha antes y comer algo.- entró refunfuñando, yendo hacia donde se encontraba su ahora productor, y pareja.. 

Llegó rápidamente hasta él y se sentó descaradamente en el regazo del mayor, envolviendo el cuello de este con sus brazos y robandole un beso.

-¿No tenias prisa por volver a casa?- le preguntó algo travieso, envolviendo igualmente la cintura del más joven con sus brazos. 

-Uhm~~ si, pero es que estas tan sexy vestido con ese traje y corbata~~- jugó con la corbata de Masuda, desatandola y abriendo un par de botones de la camisa.

-Mentira, ya me has dicho que no me sientan bien los trajes, no cambies ahora de opinión.- ambos rieron un poquito , y cuando tocaron a la puerta, Yuya se separó discretamente.. aunque su relación ya no era secreto para nadie en la empresa.. 

Massu acabó de atender un pequeño asuntó mientras Yuya lo esperaba mirando todo en ese despacho.. sonriendo travieso al recordar las veces que ya había "atacado" a Massu allí mismo, bajo la mesa.. 

-¿Nos marchamos ya?- preguntó al sentir como Masuda le abrazaba desde atrás.

-Si, un vuelo a Tokyo  nos espera..- susurró en su oido haciendo sentir un cosquilleo al más joven. 

Al día siguiente, y tras varias horas de vuelo desde Los Ángeles, el avión efectuaba su aterrizaje en aeropuerto nipon, y nada más bajar de allí y recoger su equipaje, oyeron una voz muy conocida..

-¡Massu! ¡Tego-chan!- gritó Koyama yendo hacia ellos.

-¡Keii-chan!- Tegoshi gritó igualmente corriendo hacia el mayor y saltando sobre él casi tirandole al suelo.

-¡Eh! ¡cuidado! ¡vas a tirarme!- le regañó mientras reía, aunque realmente se alegraba mucho de verles, y de ver que por fin Tegoshi no estaba solo.

-Chicos bienvenidos.- saludó Kato formalmente, aun así, una amplia sonrisa se dibujó en sus labios. 

Tras los saludos fueron a tomar un taxi; habían acordado quedarse a dormir con Shige y Koyama.. a pesar de que en la empresa habían insistido en reservar una habitación en un hotel para ambos.. pero después de un año, tenían mucho que contarse... y unas horas más tarde, ya se encontraban celebrando el reencuentro...

-¡¡¡¡Kampai!!!!- gritaron los cuatro la hacer chocar sus copas...

Nada más dejar sus maletas, los cuatro se marcharon a un restaurante a cenar y celebrar que volvían a reunirse.. la noche se presentaba animada, y alguno que otro ya había bebido un poco más de la cuenta..

-¡No puedo creer aun que te hayas convertido en todo un idol!- Koyama le miró impresionado, Tegoshi tenia ese aire que le hacia verse genial, pero para él seguía siendo ese vecino poco sociable que había conocido hacia algo más de un año.. -tu pelo ha cambiado un poco ¿verdad?- 

-¡Si! ¡ahora lo llevo algo más corto! pero el color es básicamente el mismo.- rió divertido, halagado de que su amigo le viera como alguien genial. -¡¡kampai!!- alzó su copa de nuevo con las mejillas sonrojadas y brindo esta vez con Keiichiro quien sirvió un poco más para ambos..

 -Es increíble como ha cambiado.. antes ni siquiera quería estar cerca de nosotros.- comentó Shige mientras miraba a Tegoshi beber felizmente. 

Massu sonrió tontamente al verle; sabia que Tegoshi por fin era feliz.. que él le había ayudado un poquito a serlo.. a conseguir su sueño y poder cantar. 

-En realidad.. hemos venido tan repentinamente por un motivo..- Kato le miró curioso. -¡chicos! ¡tengo algo que deciros!- llamó la atención de los otros tres, pero Koyama y Yuya seguían con esa tonta risita. -dejad ya de beber y atenderme un momento.- les regañó poniéndose algo serio. -en realidad.. hay un motivo especial por el que hemos venido tan de repente a Japon..- miró a Tegoshi, y este le devolvió la mirada algo serio sin saber de que se trataba. -pasado mañana tenemos una importante reunión, es la oportunidad para que Yuya pueda debutar en este pais.- nada más decir eso, Tegoshi abrió los ojos de par en par sin creerlo.. 

-¿En serio? ¿debutará en Japon?- preguntó Koyama impresionado, y Massu solo asintió sin dejar de ver al más joven de los 4.. 

-Si todo sale bien, en unos meses estaremos presentando tu trabajo en nuestro país..- sonrió al ver los ojos de Yuya brillar de felicidad, y cuando este se lanzó a abrazarle, Massu respondió envolviéndole entre sus brazos.

-¡Gracias! ¡gracias! ¡gracias! - gritó realmente feliz, por fin su sueño se vería cumplido del todo. 

-Keii no llores..- Kato rió divertido al ver a su novio llorar presenciando la escena mientras abrazaba la botella de champan.. -¡y deja ya de beber!- se la quitó en las manos, y esta vez fue él quien llenó las copas del resto..  -¡esto se merece un brindis!-

-¿Eh?¿ y yo qué?¡ no me has servido!- protestó Keiichiro con lagrimas aun en los ojos y un infantil puchero.

-Tu brinda con eso que te queda en la copa, ya no te dejaré beber más..- 

-¡No es justo!- lloriqueó viendo al resto alzar sus copas, así que finalmente hizo lo mismo brindando con ellos..

************************** 

Apenas estaba amaneciendo, era demasiado temprano aun.. pero en unas horas debía asistir con Massu a esa importante reunión, y por supuesto, no quería dejar pasar más tiempo sin ir a visitarles.. 

Tegoshi se detuvo frente a la tumba de sus padres, se arrodilló y dejó un ramos de flores enorme sobre la piedra.. esas que siempre había visto a su padre regalar a su madre por algún aniversario cuando era pequeño.. 

-Pues aquí estoy.. de vuelta en Tokyo...- sonrió suavemente, pero esta vez, no tenia esa sensación de angustia en su pecho. -aunque debo volver a Los Ángeles en un par de días... ya sabéis, ahora soy todo un idol.- rió un poquito y miró un segundo al cielo; el dia comenzaba a ser soleado.  -he.. dejado parte de mi pasado atrás.. así que no os preocupéis por mi, Massu está conmigo, él me cuida demasiado.. ¡a veces más de lo que necesito! pero está bien así.. él es.. la persona más importante en mi vida.. sin Massu, jamas lo hubiera logrado.- sintió una mano acariciar su espalda y sonrió girándose a mirar a Masuda. 

-Siempre cuidaré de él.- dijo aquello formalmente e hizo una leve reverencia ante la lapida. 

-¡No seas tan formal!- ambos rieron levemente, pero Yuya de nuevo se dirigió a sus padres.. 

-Ahora.. realmente soy feliz...- acabó diciendo aquello y se volteó a mirar a Massu de nuevo quien la devolvió la sonrisa. 

Se levantó de allí tras despedirse de sus padres, sintiendo aquel abrazo por parte de Masuda; aquella calidez que recorría todo su cuerpo haciéndole sentir la persona más afortunada del mundo..

-Asi que.. ¿te hago feliz?- preguntó algo avergonzado, mirando al suelo..

-¡Claro que si! ¿qué pasa contigo? ¿es que acaso lo dudas?- le refunfuñó haciendo que Massu le mirase algo tímido... -¡te has sonrojado!- rió divertido señalando las mejillas del mayor y como este se ponía nervioso. 

-¡No es cierto!-

-¡Si lo es~~!- las pellizcó con ambas manos y le robó un beso en los labios, pero antes de que Massu el regañara, se adelantó caminando a paso ligero, sonriendo traviesamente y de forma triunfante. 

Massu se quedó mirándole como un tonto.. ¡Tegoshi no podía hacer tan libremente esas cosas en Japón! menos en un cementerio... aunque una tonta sonrisa se dibujó en sus labios. En ese momento vio en Yuya aquel niño de 6 años que le había enamorado, aquel al que había prometido que regresaría a buscarle.. sin duda, y después de 20 años, Massu también había encontrado la felicidad. 


Fin... 



Lamento decirlo pero.. hasta aquí ha llegado esta historia! tengo que decir que me ha dado mucha lastima acabar este fic, y que me esforzado mas que nunca por poder traer cada capitulo a pesar de mi poco tiempo libre.. pero todo lo que empieza tiene un final no? y este no iba a ser menos.. eso si, un buen final a mi parecer! estaba claro que no iba a dejar que acabase drama! y aunque estuve dudando hasta el ultimo momento si hacer que Massu se marchara porque me daba mucha lastima separarles asi, pensé fríamente que era el momento ideal para que Tegoshi el demostrase sus sentimientos, asi que finalmente hice que Massu cogiera ese avión.. aunque al final todo fue para bien! y tengo que decir que me siento muy satisfecha con este fic ^^ 

Solo aclarar algo.. no es mi estilo hacer que las cosas en los fics ocurran demasiado deprisa, pero en este capitulo, justo al final cuando empieza la escena de un año despues, las cosas van algo deprisa.. y es que si no lo hacia asi, me hubiera dado para un fic más! (si, este capitulo fue mas largo de lo normal..) de todas formas no era una parte para desarrollar demasiado.. solo contar un poco lo que ocurría después de ese tiempo.. asi que de verdad estoy satisfecha por haberlo acabado de este modo!

Ahora espero vuestros comentarios, espero que os haya gustado hasta el final.. y aunque no haya respondido los comentarios del capitulo anterior, los he leído todo.. solo que no he tenido tiempo de nada, y el poco tiempo lo he empleado en acabar el fic.. pero os agradezco igualmente a todas!

Una cosita más y ya me despido.. estad atentas porque pienso escribir un capitulo extra con una pequeña historia de KoyaShige, no puedo dejarlos pasar.. asi que lo haré próximamente!   y ahora si, hasta aqui el final.. muchas gracias a todas por seguir esta historia y apoyarme.. muchisimas gracias!